Durante 17 años, un sacerdote promovió la santidad de la Madre Teresa

El papa Francisco canonizará formalmente a la madre Teresa el 4 de septiembre en Roma. Se la conoce ampliamente como la santa de Calcuta y fundó órdenes religiosas de mujeres y hombres que sirven a los pobres en más de 130 países. Hasta para una mujer que es un ícono de la santidad moderna, la Iglesia católica romana requiere que alguien recopile evidencia de milagros y presente los argumentos de que es merecedora de que se la admita en el panteón de los santos.

Ese alguien es el reverendo Brian Kolodiejchuk, un sacerdote canadiense y miembro de los Padres Misioneros de la Caridad, una orden religiosa que fundó la madre Teresa. Poco después de que murió en 1997 a la edad de 87 años, a él lo nombraron postulador _ el principal promotor del caso de ella para la santidad. Kolodiejchuk pasa parte de su tiempo en Roma y parte en la casa de los Misioneros de la Caridad en Tijuana, México; es, también, el editor del libro nuevo, “A Call to Mercy: Hearts to Love, Hands to Serve” (Un llamado a la misericordia. Corazones que amar y manos que servir), elaborado a partir de las enseñanzas de la madre Teresa y de testimonios sobre su vida. Lo entrevistaron en agosto, antes de irse a Roma para preparase para las ceremonias de canonización. Esta entrevista se editó y condensó.

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PREGUNTA: ¿Cómo conoció a la madre Teresa?

RESPUETAS: Mi hermana _ solo somos dos hermanos _ se unió a las Hermanas Misioneras de la Caridad en 1976 y un año después, mis padres y yo fuimos de Winnipeg a Roma a verla. Durante una misa con el primer grupo de Hermanos Contemplativos, la madre Teresa le puso un prendedor de cruz a un sacerdote y a seis seglares. Las ramas para hombres de los MC usan la cruz sobre el corazón y las hermanas llevan puesta la cruz en el hombro, lo cual sirve al propósito de abrochar el sari. Después de la misa, cuando nos despedíamos, la madre Teresa me dijo: “Oh, me gustaría prenderte una cruz a ti también”. Yo solo tenía 21 años y era la madre Teresa la que estaba hablando, y estaba tan asombrado, que no dije nada. A la mañana siguiente, después de la misa, en el convento de San Gregorio, fui lo suficientemente valiente como para acércame a la Madre y preguntarle qué había querido decir. Me invitó a que me uniera a los Hermanos. Eso hice.

P: Por lo general, se requiere de dos milagros para establecer la santidad _ uno para la beatificación y otro para la canonización ¿Cómo le hace para encontrar por ahí los dos milagros.?

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R: Se parece más a estar aguardando y esperando que la gente informe algo. El primero, el milagro para la beatificación, fue Mónica Besra en Bengal, en la India. Mónica tenía una tumefacción, como un tumor, en el abdomen, y medía entre 16 y 17 centímetros; aproximadamente del tamaño de un embarazo de seis meses. Su familia había intentado distintas cosas y nada estaba funcionando. La llevaron con las Hermanas, quienes la llevaron con el médico, quien la mandó a sus casa el 31 de agosto de 1998. Prácticamente, se estaba muriendo. El 5 de septiembre, en el primer aniversario de la muerte de la madre Teresa, la hermana superiora tomó una medalla de María que había estado en contacto directo con el cuerpo de la madre Teresa en el momento del funeral, la colocó en el abdomen de Mónica e hizo una oración muy sencilla: “Madre, hoy es tu día. Tú amas a los pobres. Haz algo por Mónica”. Eso fue como a las 5 p.m. del sábado. A la 1 a.m., cuando Mónica se despertó en medio de la noche para ir al baño, descubrió que tenía plano el vientre. El domingo por la mañana, las hermanas la vieron levantada y barriendo con una escoba, y dijeron: ¡juá!, ¿qué le pasa a Mónica?

P: ¿Pero, qué prueba hay de que realmente se tratara de un milagro y de que no hubiera ninguna explicación médica, ni científica?

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R: Son bastante estrictos en estas cosas. En Brasil, un postulador que conozco por otra causa de santidad recibió las noticias de que habían rechazado el caso del milagro que había presentado, así es que no es automático. En el caso de la India para la madre Teresa, se consultó a 11 médicos y solo uno era católico. El resto eran hindúes. No les preguntas a los doctores si se trató de un milagro. Solo les dices: “¿Me puede explicar esto médicamente?”.

P: ¿Por qué pasaron 10 años entre el primer milagro y el segundo?

R: Hubo otros casos, pero cuando tuvimos la documentación, les preguntaba a los doctores que conocía en Scripps (Scripps Clinic Torrey Pines en La Jolla, California) o en Tijuana, y, por lo general, el médico decía: “Puede suceder naturalmente”. Tuve otro caso, todo parecía estar saliendo muy bien, excepto porque la suegra me escribió un carta para decirme que todo el año el había estado rezando al Padre Pío. Y ahí terminó todo. ¿De quién era el milagro, de la madre Teresa o del padre Pío?

El segundo milagro ocurrió, finalmente, en Brasil, y esta vez se trató de un hombre, Marcilio. Padecía una infección bacteriana en el cerebro que le había causado múltiples abscesos y desarrolló hidrocefalia. Su esposa empezó un novenario a la madre Teresa, es decir, nueve días de rezarle, y les pidió a sus familiares que hicieran lo mismo. El 9 de diciembre, a las dos de la mañana, Marcilio tuvo un dolor de cabeza insoportable y entró en coma. Estuvo cerca de morir. El doctor, finalmente, lo lleva al quirófano esperando drenarle la cabeza, pero no pudo hacerlo como lo tenía planeado, así es que salió del quirófano como a las 6:10 p.m. para encontrar a otro doctor que pudiera hacerlo de otra forma. Cuando regresó _ sin haber conseguido lo que buscaba _ descubre que Marcilio está despierto, sin dolor y dice: “¿Qué estoy haciendo aquí?”. Le hicieron dos encefalogramas, uno el 9 de diciembre y otro el 13 de diciembre, y todos los distintos cirujanos que vieron ambos encefalogramas dijeron que no puedes pasar de aquí a allá. El doctor hasta le dijo al hermano de Marcilio que tuvo 30 pacientes con hidrocefalia como esa y murieron 29. Solo sobrevivió Marcilio.

P: La madre Teres tiene sus críticos. La han acusado de operar instalaciones que ofrecían una atención de calidad inferior, así como de quedar bien con dictadores, como Enver Hoxha en Albania y Jean Claude Duvalier en Haití. ¿Se examinaron estos alegatos en el proceso de santificación?

R: Oh, sí. De hecho, llamaron a Christopher Hitchens como testigo en Washington. Cuando estábamos preparando el caso real, la gente que estaba ayudando y yo mismo vimos la película “Hell’s Angel” (El ángel del infierno) y leímos su libro “Missionary Positión” (La posición del misionero). Tenemos que tomarlos en serio. Sin embargo, parte es solo información equivocada. La Madre nunca tomó ningún dinero de Duvalier. Y, en la película, Hitchens presentó a la Madre yendo a la tumba de Enver Hoxha, el dictador. ¿Qué estaba haciendo allí? Los hechos son que ella había pedido ver las tumbas de su madre y su hermana, y escoltas del gobierno la condujeron hasta la de Hoxha sin decirle nada. Luego ella pregunta: ¿ahora puedo ir a la tumba de mi madre y de mi hermana? La traductora albanesa, quien también dio su testimonio, dijo: “Nosotros, en Albania, sabemos que a cualquier extranjero de visita lo llevaban a la tumba de Enver Hoxha”. Era parte del protocolo.

P: En la india, hay cierto resentimiento de que la madre Teresa hiciera de Calcuta un sinónimo de pobreza.

R: No es que la Madre quisiera concentrarse en la pobreza de Calcuta. Es solo que allí es donde empezó. Es interesante que después de la India, el siguiente país que cuenta con el número más grande de casas que manejan los Misioneros de la Caridad es Estados Unidos. Ella siguió diciendo que la mayor pobreza en el mundo de hoy es ser rechazado, indeseado y desamparado, y que esa es una pobreza a la que es más difícil y más duro de llegar.

P: Las cartas y escritos privados de la madre Teresa, lo que se publicó en un libro que usted editó en el 2007, para el décimo aniversario de su muerte, revelan que sufrió durante décadas por una dolorosa ansiedad porque creía que Dios la había abandonado. ¿Ese tipo de sufrimiento espiritual es un tipo de prerrequisito para la santidad o un obstáculo?

R: En el Positio _ es latín para referirse a los argumentos por escrito en los que se examina cómo la madre Teresa vivió su vida cristiana _, hicimos un capítulo especial sobre la oscuridad porque era una característica muy distintiva. Tuvimos que examinarla a la luz de la tradición mística. No era sorprendente que ella la tuviera porque otros santos lo habían tenido. Lo que fue realmente más sorprendente es que pasó tanto tiempo, casi 50 años. Vivir así es heroico. Semejante experiencia habría hecho pedazos a cualquier persona inmadura. Estaba sufriendo esa soledad, ese sentido de ser rechazada e indeseada en su relación con Jesús, pero era solidaria con otros que, de alguna forma, estaban viviendo ese sentido de soledad y de rechazo, así como que se identificaba con ellos.

P: Debe ser satisfactorio para usted ver que la declaren santa.

R: Han pasado 17 años, desde 1999. Será bueno estar parado ahí el domingo por la mañana. El rito de canonización en sí mismo se realiza antes de que comience la misa. El prefecto a cargo de la Congregación de los Santos hace la solicitud oficial y yo estoy parado junto a él. Afortunadamente, no tengo que abrir la boca.

Laurie Goodstein
© 2016 New York Times News Service