El grupo juvenil de un partido político catalán ha publicado un vídeo de sus miembros que vandalizan las bicicletas, días después de que poncharan los neumáticos de un autobús turístico cerca del estadio del FC Barcelona y rociara el parabrisas con el lema “Turismo mata vecindarios”.
Arran, el ala juvenil del partido radical CUP (Candidatura Única Popular), ha reclamado la responsabilidad de la campaña contra el turismo. CUP, que apoya al gobierno nacionalista catalán de centro-derecha, ha sido criticado por su negativa a condenar los ataques.
Santi Vila, el concejal de Barcelona encargado de los negocios, dijo que la CUP estaba “cometiendo un gran error”, añadiendo que la campaña de Arran dañó la imagen de Barcelona y Cataluña y “no ayudará a la causa de la independencia”.
El CUP había permanecido en silencio hasta que el video de los ataques de bicicletas surgió el martes. Entonces Mireia Boya, miembro de la CUP del parlamento catalán, rechazó el “neoliberalismo” de Vila, diciendo que equivalía a “pura violencia económica”.
“Se nos pide constantemente repudiar la violencia cuando la violencia es provocada por el gobierno catalán”, dijo Boya.
Laura Flores, portavoz de Arran, dijo que el vandalismo era “una respuesta a la violencia que enfrentamos todos los días. La calle debe tener permiso para hablar, es el único lugar donde podemos pelear “.
Los ataques más recientes fueron contra las bicicletas turísticas que están bloqueadas a los bastidores de bicicletas públicas y que los usuarios pueden lanzar a través de una aplicación.
El esquema es un punto de roce entre los ciclistas de la ciudad y muchos se han quejado de que las instalaciones públicas pagadas por los contribuyentes se utilizan con fines de lucro. No hay bastidores de bicicletas suficientes en la ciudad y los ciclistas son multados si encadenan sus bicicletas a los pasamanos o farolas.
Con información de The Guardian
