El acuerdo de VW sobre el diésel es EU allana solo uno de muchos obstáculos

NUEVA YORK _ Volkswagen solucionó un gran problema surgido de su engaño con las emisiones de vehículos a diesel, al aceptar recientemente pagar hasta 14,700 millones de dólares para solucionar reclamaciones en Estados Unidos.

Pero la factura financiera final _ una vez que la compañía haga frente a una larga lista de multas, demandas e investigaciones criminales en todo el mundo _ bien pudiera ser mucho más alta. Las continuas consecuencias pudieran dejar a Volkswagen vulnerable a miles de millones de dólares más en gastos en una época en que sus utilidades ya están bajo presión.

Hasta ahora, Volkswagen ha apartado 16,200 millones de euros (unos 17,900 millones de dólares) para costos relacionados con su admisión pública en septiembre pasado de que sus supuestos autos a “diesel limpios” habían sido deliberadamente diseñados para engañar a las pruebas de calidad del aire. Matthias Mueller, director ejecutivo de Volkswagen, dijo en junio que la cantidad era adecuada.

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Pero el acuerdo en Estados Unidos con el gobierno y los dueños de autos consumirá una gran parte de ese dinero. Y Volkswagen enfrenta aun más escrutinio en Estados Unidos y alrededor del mundo, más notablemente conforme las autoridades siguen adelante con investigaciones criminales.

El escándalo de Volkswagen es “una de las violaciones más flagrantes de las leyes ambientales y de protección del consumidor”, dijo Sally Q. Yates, subprocuradora general de Estados Unidos, en una conferencia de prensa reciente en Washington.

“No podemos succionar el óxido de nitrógeno que está en al aire”, dijo Yates. Pero el acuerdo, comentó, ayudaría a reparar parte del daño.

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El convenio, en el cual Volkswagen no admitió haber actuado mal, incluye 10,030 millones de dólares para la recompra de los autos afectados a sus valores previos al escándalo y el pago de una compensación en efectivo adicional a sus dueños. Adicionalmente, la compañía ha aceptado poner 2,700 millones de dólares en un fondo gubernamental para compensar por el impacto ambiental de los autos y gastar 2,000 millones de dólares en proyectos de vehículos más limpios.

“Esto de ninguna manera es el último paso”, advirtió Yates. “Los arreglos no abordan ninguna potencial responsabilidad criminal”. Dijo que Estados Unidos estaba buscando agresivamente una investigación criminal de la compañía e individuos.

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Volkswagen dijo que el acuerdo estaba cubierto por el dinero ya apartado, aunque no descartó la posibilidad de asignar más a ese fondo. “El anuncio de hoy está dentro del alcance de nuestras medidas preventivas”, señaló en una declaración Frank Witter, director financiero de Volkswagen. “Estamos en posición de manejar las consecuencias”.

Un gran riesgo para el fabricante de autos está en Europa.

El acuerdo en Estados Unidos se enfoca en casi 500,000 vehículos Volkswagen. Pero el fabricante de autos admitió haber instalado el dispositivo trucado en más de 11 millones de autos mundialmente, incluidos 8.5 millones en Europa.

Los sistemas legales europeos no favorecen a los consumidores como los de Estados Unidos. Y las reglas de emisiones en laregión son más tolerantes que en Estados Unidos, lo cual hará más difícil que los dueños europeos sigan adelante con sus demandas.

Sin embargo, Volkswagen quizá tenga que pagar. Hay una creciente demanda de compensaciones por parte de los dueños y los políticos europeos.

“Ahora que esto ha concluido, la atención debería enfocarse en Europa”, dijo Michael Hausfeld, un abogado cuya empresa representa a dueños y accionistas agraviados a ambos lados del Atlántico. El acuerdo “es una base firme para lo que Volkswagen necesita hacer a favor de los dueños europeos así como a favor del medio ambiente”.

Además, quizá no sea claro durante muchos meses cuánto Volkswagen finalmente tendrá que pagar a los dueños de autos estadounidenses.

Un máximo de alrededor de 10,000 millones de dólares ha sido asignado en el acuerdo. El costo real para Volkswagen dependerá de cuántos dueños ejerzan su opción de vender sus autos a la compañía al valor previo al escándalo, lo cual variará según la antigüedad y kilometraje de los autos.

La Comisión Federal de Comercio (FTC, por su sigla en inglés) dijo que los consumidores podían esperar recibir desde aproximadamente 12,500 dólares por un Jetta del modelo más antiguo hasta 44,000 dólares por un Audi 2014. El acuerdo calcula unos 21,000 dólares por auto.

Si Volkswagen tiene suerte, el total pagado a los dueños de autos pudiera resultar menor a los 10,000 millones de dólares. Analistas de Kelley Blue Book estiman que el costo de recompra de todos los vehículos a diesel afectados sería de 7,300 millones de dólares. Volkswagen también debe a los dueños una compensación adicional de entre 5,100 y 10,000 dólares, o al menos otros 2,400 millones de dólares.

Otra gran incertidumbre es el arreglo del problema por parte de Volkswagen. Los dueños de autos VW pueden hacer que la compañía componga los sistemas de emisiones. Pero la compañía no ha propuesto aún soluciones que pasen los límites regulatorios; y es poco claro lo que costarán a Volkswagen.

Además, está el tema de lo que hará Volkswagen con todos los autos que recompre a los dueños en Estados Unidos. El acuerdo prohíbe a Volkswagen simplemente exportar los autos, sin compostura, a países con estándares de emisiones menos estrictos.

“No estamos enviando la contaminación del aire a otras partes”, dijo recientemente Gina McCarthy, administradora de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por su sigla en inglés), señalando que se estaba requiriendo a Volkswagen que componga los autos que recompre o los convierta en chatarra.

La credibilidad de Volkswagen entre los inversionistas, ya tensa, pudiera deteriorarse más si la compañía se ve forzada a incrementar la cantidad de dinero que ha apartado para los costos relacionados con los vehículos a diesel. Las acciones de Volkswagen han caído más de 20 por ciento desde que estalló el escándalo a fines del año pasado.

Y el engaño mismo ha sido un importante lastre sobre las ventas. Nunca fabulosamente rentable, la compañía reportó una pérdida récord en 2015, y los ingresos y ventas declinaron en el primer trimestre de 2016.

Jack Ewing and Hiroko Tabuchi
© 2016 New York Times News Service