Admite Trump veracidad de información filtrada sobre Rusia y el cese de Flynn

WASHINGTON (apro).- Luego de culpar a la prensa por la filtración de información clasificada por las agencias federales de inteligencia de su país, el presidente Donald Trump confirmó la veracidad de la información filtrada y aceptó que fue él quien despidió al general Michael Flynn como jefe del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.

“Yo lo despedí por lo que le dijo –al vicepresidente– Mike Pence, muy simple”, admitió Trump en conferencia de prensa celebrada en el Salón Este de la Casa Blanca.

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Esta semana Flynn renunció al puesto en el que tenía solamente 25 días de labor, luego de que los medios de comunicación dieran a conocer de que antes de que Trump asumiera la Presidencia, él había sostenido una plática telefónica con el embajador de Rusia en Estados Unidos, Sergey Kislyak.

Fuentes de los servicios federales de inteligencia de Estados Unidos indicaron al periódico Washington Post que Flynn prometió al embajador ruso que el nuevo gobierno levantaría las sanciones que les impuso el expresidente Barack Obama, el 29 de diciembre anterior, por el espionaje cibernético que patrocinó el presidente Vladimir Putin en un intento por manipular el resultado de las elecciones presidenciales del pasado 8 de noviembre.

La Casa Blanca informó que fue Flynn quien renunció a su puesto, luego de que le mintiera al vicepresidente Pence sobre el contenido de su conversación con Kislyak.

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“No le ordené que lo hiciera (hablar con el embajador ruso), pero si lo hubiese hecho era su trabajo (como jefe del Consejo de Seguridad Nacional)”, buscó justificar Trump.

Esta semana otro diario al cual Trump tilda de fracasado y de publicar “noticias falsas”, The New York Times, publicó citando también a fuentes de los servicios de inteligencia, que por lo menos tres asesores del ahora presidente tenían contacto permanente con los rusos durante la campaña presidencial del año pasado.

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Las fuentes de inteligencia que hablaron con el New York Times afirmaron que tienen grabaciones de las pláticas telefónicas y la versión estenográfica de éstas.

“No tengo nada que ver con eso, no tengo nada que ver con Rusia”, atajó Trump, quien negó saber si alguien, durante su campaña, se comunicara con los rusos.

Durante la conferencia el presidente estadunidense no puso en tela de juicio la autenticidad de la información filtrada por los servicios de inteligencia a la prensa. Apuntó que su gobierno investigará y “capturará” a los funcionarios que le están pasando “información confidencial” a los medios de comunicación.

“Le he pedido al Departamento de Justicia que aborde el tema de las filtraciones. Son filtraciones criminales”, subrayó Trump. El presidente insistió en que las filtraciones deben pararse porque son ilegales.

Al presidente se le recordó que cuando era candidato a la Presidencia se declaró a favor de las filtraciones de información de inteligencia clasificada, especialmente si ésta tenía que ver con su excontrincante, la demócrata Hillary Clinton, y se le pregunto la razón por la cual ahora se opone a que los sistemas de inteligencia pasen información confidencial a los medios de comunicación.

“Bueno, estas son filtraciones reales… las noticias son falsas porque mucho de las noticias son incorrectas”, contestó Trump.

En clara contradicción en su respuesta, se le pidió al presidente que explicara cómo era posible que si el contenido de las filtraciones era auténtico, las noticias al respecto eran inexactas.

“El reporteo es falso… así está la cosa, el público lee los periódicos, ve las noticias en la televisión y no sabe si es verdad o mentira porque no están involucrados. Yo estoy involucrado, he estado involucrado con todo este tipo de cosas toda mi vida, por eso sé cuándo es verdad y cuándo no lo es”, se limitó a responder Trump, claramente atribulado por su contradicción.

Durante la mayoría de los 76 minutos que duró la conferencia, Trump se dedicó a culpar a la prensa de los errores que se han cometido en su recién iniciada presidencia, en especial a los periódicos The New York Times, el Washington Post y a la cadena de televisión CNN. Insistió en que él en lo personal no tiene nada que ver con Rusia, ni negocios ni préstamos con ese país.

“Quiero ver una prensa honesta”, enfatizó el presidente, al agregar a manera de justificación que de Obama heredó “un desastre doméstico y en el extranjero”.