La deficiencia de complejo B en el cuerpo que incluye componentes como las vitaminas B1, B6, y B12, es causa frecuente de depresión, fatiga y pérdida de masa muscular en los adultos mayores.
Ivonne Benítez Ortega, nutrióloga del Hospital General Regional (HGR) número 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tijuana, explicó que la vitamina B1, también conocida como tiamina, tiene como principal tarea regular algunas funciones como la neurotransmisión, la metabolización de azúcares y proteínas en la sangre; en tanto que la B6 o piridoxina regula el apetito y contribuye a la metabolización de las grasas.
En ese sentido, destacó que para los pacientes con tuberculosis que reciben tratamiento a base de antifímicos que inhiben la absorción de nutrientes, la administración de esta vitamina es de gran utilidad para contrarrestar los efectos negativos del tratamiento.
Indicó también que la vitamina B12 conocida como cianocobalina o hidroxocobalina, tiene la función de mejorar la memoria y el apetito, además que previene la depresión y la fatiga crónica; combate la atrofia intestinal para la absorción de nutrientes provenientes de la alimentación que eventualmente derivará en cuadros de anemia.
Benítez Ortega agregó que la deficiencia de B12 en el cuerpo es factor de riesgo para la sarcopenia, un trastorno caracterizado por la disminución de masa muscular, adelgazamiento y fragilidad, características que en la población geriátrica se agudiza, si se toma en cuenta la poca o nula actividad física en este grupo de personas.
Añadió que los pacientes diabéticos o hipertensos son propensos a presentar una baja de complejo B, debido a que presentan dismetabolia, lo que les impide la correcta absorción de los componentes vitamínicos.
En adultos en etapa productiva, agregó la nutrióloga del HGR número 1, generalmente se encuentran sometidos a estrés crónico, excesivo y oxidativo, provocando en el organismo un alto consumo de vitamina B debido al desgaste físico y mental constante, lo que se convierte en cuadros gripales e infecciones frecuentes.
Explicó que el tratamiento es sencillo, administrando este componente vía oral o inyectado durante un período máximo de tres meses, tomando en cuenta que la mayoría de los pacientes pueden resolver su padecimiento modificando sus hábitos alimenticios con una dieta sana y balanceada. El complejo B se encuentra en altas cantidades en carnes rojas, hígado de res, pescado, verduras frescas verdes y amarillas, así como en cereales.
