CINE/PERMANENCIA VOLUNTARIA / CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Alicia a través del espejo (Alice Trough the Looking Glass,EU-2016), de James Bobin, es una cinta sumamente decepcionante, lo cual es mucho decir tomando en cuenta que la anterior Alicia en el país de la maravillas, de Tim Burton, era una mala película, cargada de efectos especiales para ocultar su falta de sustancia (extraño en este director).
Ahora, aquí, Alicia (Mia Wasikowska) regresa a su casa luego de algunos años de ausencia; años en los que tuvo un terrible incidente en altamar, donde se enfrentó a unos piratas.
Al reunirse con su madre (Lindsey Duncan), descubre que el pretendiente, a quien había rechazado, Hamish Ascot (Leo Bill) les ha quitado todo lo que tenían. Para salvar la situación, Alice deberá hacer un pacto con su exprometido, pero antes de ello nuestra heroína se encuentra con Absolem (Alan Rickman), ahora convertido en una mariposa azul, quien la guía a través de un espejo hacia el país de las maravillas.
Una vez ahí, Alicia descubre que el Sombrerero loco (Johnny Depp) está pasando por un muy mal momento, relacionado con sus padres; para ayudarlo, Alicia deberá viajar al pasado para descubrir a un personaje llamado Tiempo (Sacha Baron Cohen), quien junto a la Reina Roja (Helena Bonham Carter), planea apoderarse del país de las maravillas.
Los personajes están bastante deslucidos, carecen de fuerza y por lo mismo resultan poco interesantes, incluyendo a Alicia, quien juega el rol de una feminista, bien, pero en un papel que es mero estereotipo.
El filme está lleno de efectos visuales y animación, que lejos de ser memorables y relevantes resultó un simple derroche de recursos para enmascarar un guión que no tiene nada que decir, al igual que su predecesora.
Pero en esta ocasión es peor: igual de mala y, como su antecesora, ganó dinero, ya que los estudios no podían perder la posibilidad de seguir ganando más y más.
Alicia a través del espejo es de lo peor del año.
