Alista John Kerry “visión completa” de EU sobre paz entre Israel y Palestina

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En medio de vivas tensiones diplomáticas entre Estados Unidos e Israel, y a tres semanas que la administración de Barack Obama ceda el poder a la de Donald Trump, John Kerry, el actual canciller estadunidense, presentará mañana su “visión completa” sobre el proceso de paz entre Israel y Palestina, que prevé una solución con dos Estados.

También este miércoles 28 el gobierno israelí de Benjamín Netanyahu decidirá si entrega permisos para construir 618 habitaciones en Jerusalén-Este, uno de los territorios palestinos ocupados de manera ilegal por Israel.

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El viernes pasado, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una resolución que condena la construcción de edificios israelíes en territorios palestinos ocupados y exige al gobierno de ese país cesar los proyectos de colonización, entre otros.

En una movida histórica, el gobierno de Barack Obama no opuso su derecho de veto –con el que hubiera anulado la resolución– y se abstuvo durante la votación del tema.

De inmediato, Netanyahu declaró que Israel “rechaza esta resolución vergonzosa”, y durante el sábado 24 amenazó con cobrar “un precio diplomático y económico” a los 14 países que votaron a favor de la resolución y a reducir las aportaciones financieras de Israel a cinco instituciones de las Naciones Unidas.

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Durante un programa televisivo, el primer ministro israelí descalificó la actitud de Estados Unidos respecto de la resolución y acusó a la administración de Barack Obama de llevar a cabo una “desgraciada maniobra anti-israelí”.

Donald Trump, quien asumirá la presidencia estadunidense el próximo 20 de enero, se comprometió a restablecer la relación privilegiada entre Washington y el gobierno israelí y a romper con la diplomacia de Obama en la región.

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En septiembre pasado, durante la campaña que lo propulsó hacia la presidencia, Trump sostuvo un encuentro con Netanyahu. Al terminarse esta reunión, su equipo de campaña aseveró que el magnate reconocería a Jerusalén como “capital indivisible” de Israel si fuera electo.

Trump también condenó el acuerdo sobre el nuclear iraní –alcanzado en julio de 2015–, el cual suavizó las relaciones entre Washington y Teherán a la par que provocó la furia de la administración de Netanyahu, que cabildeó durante meses para anularlo.

El pasado 15 de diciembre, Trump informó que nombrará a su amigo David Friedman como embajador de Estados Unidos en Israel. Friedman, abogado corporativo, milita a favor de la colonización –una práctica violatoria del derecho internacional– y descalificó a la izquierda israelí.

Asimismo, en septiembre pasado Friedman afirmó, en entrevista con una televisora israelí, que Trump no se involucraría en el conflicto entre Israel y Palestina y que su administración apoyaría al gobierno israelí “sea cual sea la vía que elegiría”.

En los últimos tres años y medio la administración Obama fracasó en avanzar hacia el proceso de paz entre Israel y Palestina; desde julio de 2013, John Kerry, quien se ofreció como mediador en el proceso, multiplicó los viajes hacia la región y sostuvo múltiples encuentros con líderes israelíes y palestinos para lograr un acuerdo de paz.