Un monumento a las víctimas del terrorismo se ha presentado en Bruselas en el primer aniversario de los ataques que mataron a 32 personas e hirieron a más de 320.
En un discurso en la ceremonia de inauguración en el barrio europeo de la capital belga, el rey Felipe instó a los ciudadanos a escucharse unos a otros y sacar lecciones del ataque.
“Es responsabilidad de todos y cada uno de nosotros hacer nuestra sociedad más humana, y más justa. Aprendamos a escucharnos de nuevo, a respetar las debilidades de cada uno “, dijo. “Encima de todo, osemos ser tiernos”.
La escultura conmemorativa, llamada “Herida pero todavía de pie frente a lo impensable”, tiene 20 metros de largo y 2 metros de altura y toma la forma de un par de placas de acero inoxidable que se doblan al cielo en un gesto de esperanza.
El escultor Jean-Henri Compère, nacido en Bruselas, dijo que quería que la obra evocara la esperanza y rindiera homenaje a la resistencia pública frente a los ataques.
El monumento está dedicado a las víctimas de los ataques terroristas en Bruselas, pero también a los que perdieron la vida o sufrieron heridas en los recientes ataques en Francia, Túnez y Turquía.
A la ceremonia también asistieron la reina Mathilde, así como algunos de los sobrevivientes y familias de las víctimas.
El miércoles por la mañana, la pareja real se unió al primer ministro, Charles Michel, para una ceremonia en el aeropuerto de Bruselas, donde un silencio de un minuto a las 7.58 am marcó el momento en que la primera explosión atravesó la terminal de salida. El personal del aeropuerto, la seguridad y el personal de rescate se mantuvo a la espera de que el rey Felipe colocara una corona de flores fuera de la sala de salida.
Otro evento tuvo lugar en la estación de metro Maelbeek, donde una bomba explotó a las 9.11am.
En lugar del silencio, la autoridad de transporte público de Bruselas, conocida por su sigla francesa Stib, llamó al público itinerante a unirse al personal en “un minuto de ruido para demostrar que no hemos olvidado, pero permanecemos de pie contra el odio y el terror”. Toda la red de metro paró durante un minuto y los pasajeros fueron invitados a aplaudir.
Un año después de la peor violencia en suelo belga desde el final de la segunda guerra mundial, el país sigue asumiendo los atentados. Michel dijo el fin de semana que las autoridades podrían haber hecho un mejor trabajo en la prestación de apoyo a algunas de las víctimas, en medio de la preocupación por el seguimiento irregular de la atención de las personas con lesiones severas, que cambian la vida.
