El creciente boicot de los anunciantes de YouTube ha llegado a los Estados Unidos, con AT&T, Johnson & Johnson, Verizon y Enterprise retirando sus anuncios del sitio, así como las redes de anuncios más amplios de Google, sobre la incapacidad del sitio de garantizar que éstos no aparecerán junto a contenido extremista.
Algunos de los nuevos miembros del boicot también han ampliado el alcance de las quejas, desde un enfoque específico en YouTube hasta una crítica más amplia de la plataforma de anuncios de Google. “Nos preocupa profundamente que nuestros anuncios puedan haber aparecido junto con los contenidos de YouTube promoviendo el terrorismo y el odio”, dijo AT&T. “Hasta que Google pueda asegurarse de que esto no vuelva a ocurrir, estamos eliminando nuestros anuncios de las plataformas de búsqueda de Google”.
Las compañías se han unido al boicot, que comenzó en el Reino Unido con organizaciones como la BBC, y el Gobierno británico, a pesar de los esfuerzos de Google para sofocar los temores el lunes.
El director de negocios de Google prometió un plan en tres frentes para mejorar su red de publicidad y pidió disculpas a las marcas por colocar sus anuncios “en contenido que no estaba alineado con sus valores”. El ejecutivo, Philipp Schindler, prometió reforzar las políticas, ofrecer mejores controles a los anunciantes y utilizar AI para revisar el contenido cuestionable.
Pero el número de empresas que boicotean las redes publicitarias de Google continúa creciendo, y ahora se sitúa en alrededor de 250 empresas. Además de YouTube, se ha ampliado al otro importante servicio de publicidad de Google, AdSense, que las marcas utilizan para publicar anuncios en sitios de terceros. La principal fuente de ingresos de Google, AdWords, no se ve afectada por el momento. El servicio permite a las empresas anunciarse en Google mismo, dirigiéndose a consultas de búsqueda específicas.
