El ex director de la CIA, John Brennan, ha dicho que hubo suficientes contactos entre los miembros de la campaña Trump y Moscú el verano pasado para justificar una investigación más profunda por parte del FBI.
En testimonio del comité de inteligencia de la Cámara, Brennan, dio cuenta hasta la fecha de la magnitud del esfuerzo para combatir las operaciones rusas para afectar el resultado de las elecciones de 2016.
Confirmó que la CIA había establecido un grupo especial con la NSA y el FBI a finales de julio para investigar el alcance de la intervención rusa en las elecciones presidenciales. Informó a los líderes del congreso sobre la amenaza y el 4 de agosto advirtió a Alexander Bortnikov, el jefe de la agencia de inteligencia rusa, FSB, en una llamada telefónica para detener la intromisión, diciéndole que sería contraproducente. Bortnikov le dijo a Brennan que transmitiría el mensaje a Vladimir Putin.
Cuando se le preguntó sobre el informe de Trump sobre el intercambio de información secreta con funcionarios rusos en la Oficina Oval, Brennan respondió que, si es cierto, las acciones de Trump habrían violado dos protocolos de inteligencia. Uno de esos protocolos dictaba que esos secretos debían ser compartidos a través de los canales de inteligencia y no a través de ministros y diplomáticos. En segundo lugar, el idioma compartido con los rusos debería haber sido aprobado por la agencia que primero proporcionó la inteligencia.
Brennan confirmó que el verano pasado, la inteligencia que mostraba la intervención rusa en las elecciones incluía contactos llamativos con miembros del círculo Trump.
“Me encontré y soy consciente de la información y la inteligencia que reveló contactos e interacciones entre los funcionarios rusos y los estadounidenses involucrados en la campaña de Trump que me preocupaba debido a los esfuerzos rusos conocidos para sobornar a tales individuos”, dijo Brennan. “Y me planteó de nuevo preguntas en mi mente si los rusos fueron capaces de obtener la cooperación de esos individuos”.
Con información de The Guardian
