Pocos políticos arrastran hoy en día, un pasado turbio como Miguel angel Yunes, quien hoy quiere hablar de orejas cuando representa lo peor de una clase política que lucha a toda costa por seguir manteniendo sus privilegios.
Sobre la espalda de Yunes pesan serios señalamientos: desvío de recursos por hasta 3 mil millones de pesos al ISSSTE, la adquisición de 34 propiedades en la Ciudad de México, Veracruz y Estados Unidos por 408 millones, todo durante el gobierno de Felipe Calderón, quien lo dejó manotear a su antojo y por eso hoy su esposa Margarita Zavala lo defiende.
De la luna de miel con “la Maestra” Elba Esther Gordillo, Yunes pasó a la ruptura, las acusaciones, las demandas y la prensa veracruzana asienta que «para nadie es un secreto la relación de trabajo y sentimental que este par de personajes turbios de la política en México han mantenido, la cual esta ligada a malos manejos, imposición de candidatos, chantajes a los ex presidentes panistas y sobre todo, fraudes millonarios en todos los lugares donde han estado».
Y es que a ambos personajes los ligan las mismas tácticas de calumnia y tanto la Maestra como Yunes son especialistas en la intriga.
Más graves aún son los señalamientos que sobre Miguel Angel se han hecho sobre su relación con la red de pederastas entre los que destacan Jean Succar Kuri, Camel Nassif y otros de los que la periodista Lydia Cacho documentó en su libro “Los demonios del edén” y que nunca lograron desmentir.
La prensa nacional y hasta la internacional difundieron las acusaciones que ligan a Yunes con la red de pederastas, y hasta el prestigiado diario español El País denunció el escándalo de en el que se encontraba envuelto Miguel Ángel Yunes Linares cuando fue candidato a gobernador de Veracruz por la alianza PAN-PRD.
Hace unos meses, la propia Lydia Cacho refirió que no tiene “la menor duda de que Miguel Ángel Yunes Linares ha cometido actos ilícitos que van desde el enriquecimiento inexplicable,hasta el blanqueo de capitales, ocultamiento de fraude en el ISSSTE, alianza delictuosa con una red de trata para la explotación sexual infantil; manipulación de información sobre fugas en los penales a su cargo y amenazas de muerte a periodistas y editores”.
No cabe duda de que a Veracruz lo han convertido en un botín desde los gobiernos de Fidel Herrera, Javier Duarte y ahora, el de Miguel Angel Yunes, especialista en quiebras, porque ya ha quebrado dependencias como el ISSSTE y otras pero en contraparte, se ha enriquecido en forma insultante.
Yunes abrió la cloaca de lo que fue el gobierno de Duarte, pero montando un circo con rounds de sombra, por eso no quiere llegar al fondo de la tragedia veracruzana: que esa administración estuvo protegida por el gobierno federal. La primer prueba es que pese a los gritos y sombrerazos, Duarte sigue libre y gozando de la abundancia y la impunidad.
Por eso Yunes Linares prefiere desviar la atención retando al dirigente de MORENA, Andrés Manuel López Obrador, a quien no pudo comprobarle una serie de acusaciones.
Mejor debería estar dedicando sus esfuerzos a abatir los altos índices delictivos pues desde que llegó a la gubernatura, Veracruz enfrenta un repunte tal de ejecuciones en varias regiones a grado tal que ya se comisionó a la Gendarmería Nacional pues Yunes no pudo con el paquete.
Ese pasado turbio y esas relaciones oscuras no bastaron para que el gobierno de Enrique Peña Nieto no apoyara a Yunes Linares para llegar a la gubernatura pues le convenía “echarle tierrita” a la devastación causada por Duarte en Veracruz, donde un triunfo de PRI habría sido insultante hasta para el propio Peña.
Al contrario, necesitaban otro delincuente del calibre de Duarte, de Herrera y de todos aquellos que han exprimido a Veracruz y que han propiciado que la delincuencia se dispare en ese estado caracterizado por gente hospitalaria y trabajadora, pero que han sufrido de terribles gobiernos.
Por todo eso y más, Yunes es un burro hablando de orejas.
