Candil de la calle

Candil de la calle y oscuridad de su casa, el presidente Enrique Peña Nieto lamentó los hechos en que 19 personas murieron en Manchester, pero guarda silencio en torno a las más de 90 mil ejecuciones que se han registrado a lo largo de su sexenio.

Gobiernos como el suyo y anteriores, convirtieron a México en un cementerio, en una fosa común,  en un país con cifras de guerra. El estudio de un instituto de análisis militar de Londres, revelado justamente hace un ano, en mayo de 2016, colocaba a nuestro país por encima de las muertes de Afganistán, Irak y Nigeria, entre otros países envueltos en conflictos bélicos.

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Durante los 52 meses de su gobierno, los números rojos de Peña Nieto reflejan que el país se le fue de las manos:  de las más de 90 mil muertes, casi 8 mil corresponden a mujeres, 17 sacerdotes, 13 líderes sociales, 83 presidentes municipales en funciones  y si sumamos su gobierno con el de Felipe Calderón, suman 2 mil niños muertos. Ni Herodes lo habría hecho mejor.
Todas estas cifras de espanto nos han hecho blanco de la prensa internacional, y países como Estados Unidos e Inglaterra por la que tanto se conduele el mandatario, han emitido alertas de viaje para que sus ciudadanos eviten visitar nuestro país.

Ni siquiera la masacre más reciente de México, la de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, mereció un mensaje de condolencia  del presidente, quien tardó 10 días en dar un pronunciamiento a este respecto, pasaron 2 meses para que pudiera visitar Guerrero donde llamó a superar la pérdida de estos jóvenes, palabras que le valieron la repulsa de todo México.

 

https://www.youtube.com/watch?v=jMB9W2p-WXw&feature=youtu.be

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¿Acaso las familias de Tijuana, Tamaulipas, Guerrero, Veracruz y Michoacán, entre otros estados y ciudades que encabezan las listas de ejecuciones, merecieron un mensaje de condolencia del presidente Enrique Peña Nieto por la pérdida de sus hijos, sus esposos, sus madres?

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Tan mal andamos que en los  más de 50 meses del gobierno,  suman ya cinco mil 500 secuestros, lo que arroja un promedio de cuatro por día, y las agresiones se extienden a quienes  encabezan actividades políticas pues desde las sombras, hay atacantes que son alentados por oscuros personajes que incitan a tirar la piedra y a esconder la mano.

La cifra de desaparecidos es tan elevada que con 14 mil casos hasta 2016, alcanzó la cifra de su antecesor Calderón Hinojosa, y el crimen de la activista Miriam Rodríguez Martínez, quien buscaba a su hija desaparecida desde 2012 en Tamaulipas, es un botón de muestra de que en México es más peligroso investigar un asesinato que cometerlo.

Peña Nieto ha convertido a México en un país regido por la ley de la selva, donde el ineficiente Nuevo Sistema de Justicia Penal mantiene en la calle a asaltabancos, gatilleros y narcotraficantes, lo que ha llevado a nuestro pueblo a buscar hacer justicia por su propia mano.  El surgimiento de las autodefensas y los casos de linchamientos, son la respuesta a un Estado fallido que no ha sabido más que traer dolor y sangre a miles de  familias mexicanas.