Carlos Pellicer a 40 años de su muerte

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El próximo jueves 16 se conmemorarán 40 años del fallecimiento del escritor, poeta, museólogo, político, crítico de arte y defensor del patrimonio cultural Carlos Pellicer Cámara, quien nació el 16 de febrero de 1897, en Villahermosa, Tabasco, hecho que también implica 120 años de su natalicio.

Para reflexionar sobre la obra del creador tabasqueño, fallecido en la Ciudad de México en 1977, se llevará a cabo del 14 al 17 de febrero, en Villahermosa, el XIII Encuentro Iberoamericano de Poesía “Carlos Pellicer Cámara”, con la participación de 12 poetas de Argentina, Colombia, Costa Rica, Cuba, Chile, Estados Unidos, República Dominicana y Uruguay, así como 10 mexicanos y 10 tabasqueños.

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Como parte de las actividades, se entregará el Premio Iberoamericano Bellas Artes de Poesía para obra publicada “Carlos Pellicer”, a la escritora nacida en Saltillo, Coahuila, Claudia Berrueto, por su obra Sesgo.

Además, se recordará al también poeta tabasqueño José Carlos Becerra (1936-1970), por los 50 años de la publicación de su libro Relación de los hechos, “uno de los más sobresalientes de poesía de la segunda mitad del siglo XX”, a decir de Audomaro Hidalgo, coordinador del encuentro.

Entre sus diferentes facetas, Pellicer incursionó lo mismo en el mundo de la política que en el del arte. En una entrevista con el reportero Elías Chávez, en el semanario Proceso, recordó haberse sumado a la campaña de José Vasconcelos como candidato a la Presidencia. También contó que estuvo en la cárcel por “escribir, imprimir y repartir en la calle ‘propaganda subversiva’”, entre ella algunas “hojas violentas contra el imperialismo norteamericano”.

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Aunque militante del PRI, por el cual fue senador de la República, el autor señaló la falta de educación cívica, el desencanto y la corrupción como parte de los problemas nacionales que han mantenido a unos cuantos viviendo “en jardines suspendidos, mientras casi todos viven en el sótano”.

Y tras hacer un mea culpa por considerar que no había hecho suficiente por sus semejantes, dijo al periodista:

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“Hasta que muera seguiré luchando por la causa de los campesinos. En México, queramos o no, las cosas cambiarán a favor de los desheredados. Y digo esto porque siempre he creído que sin el sentimiento de la esperanza, fundado en la justicia y en la belleza, la vida no tiene sentido, y nadie ya sea un senador, poeta, periodista, o lo que sea, nadie puede ser ajeno a la injusticia social”.

En la breve biografía del autor de libros como Práctica de vuelo y Horas de junio (algunos de cuyos poemas musicalizó el compositor y periodista Roberto Ponce), la Academia Mexicana de la Lengua menciona que un viaje de seis semanas a Nueva York, donde descubrió el Museo Metropolitano y otros recintos, fueron decisivos para su vocación de museógrafo. Fue creador del Museo de La Venta en su estado natal, donde también dirigió otros recintos.

En su columna del 20 de diciembre de 1997, con motivo del centenario del nacimiento del poeta, la crítica de arte Raquel Tibol escribió en Proceso sobre su perfil como promotor cultural, crítico de arte y organizador de exposiciones y museos:

“En el acercamiento a las artes plásticas fue determinante para Pellicer su desempeño como secretario de José Vasconcelos, durante la permanencia de éste al frente de la Secretaría de Educación Pública, en el gobierno de Álvaro Obregón, pocos años que marcaron un sentido primordial en las nuevas orientaciones de la cultura artística mexicana”.

También recuerda que escribió sobre varios artistas, “los más visitados por la escritura de Pellicer”, que fueron: El Dr. Atl, Diego Rivera, José María Velasco, el médico y acuarelista tabasqueño Miguel Ángel Gómez Ventura, Nicolás Moreno, y con menos textos María Izquierdo, Joaquín Clausell, Angelina Beloff, Roberto Montenegro, José Clemente Orozco, Jesús Reyes Ferreira y la casa y museo (después) de Frida Kahlo, entre otros.

Pellicer fue también un coleccionista de arte prehispánico y un amante de la tradición de representar con figuras el nacimiento de Cristo.