El número de casas con sello rojo por estar en zona de peligros aumentó a un total de 36 viviendas en riesgo de deslizamiento, además de otras tres con sello amarillo, como determinó Protección Civil recientemente.
Éstas ya fueron desalojadas en fechas pasadas, pero los propietarios siguen tratando de rescatar lo poco que quedó de sus hogares, puesto que han sido constantemente vandalizadas. Solamente dos personas se han negado a abandonar sus casas por temor a perder sus pertenencias.
El director de protección civil, José Rito Servín Portugal, comenta: “Para nosotros es importante mantener el monitoreo permanente porque ya las grietas son grandes, y aunque ya van algunas semanas en que no ha llovido, todavía hay hundimientos”.
El suelo está agrietado, y dentro de las viviendas, al escarbar, sigue habiendo demasiada humedad. El hundimiento es de aproximadamente 2 a 5 metros en diferentes áreas, lo cual ha provocado que la calle esté intransitable por los hundimientos.
Protección civil se encuentra haciendo guardia en el área las 24 horas del día para actuar, en caso de ser necesario, durante las próximas lluvias, y evitar así más pérdidas.
