Celebrando la cultura afroamericana con cuidado

NUEVA YORK _ Sarah Lewis estudia fotografía y el poder de esta para dar forma a las ideas sobre la raza y la identidad con una profundidad que pocos pueden igualar. Antes de unirse al personal docente de Harvard, donde es profesora asistente de historia del arte y arquitectura y estudios africanos y afroamericanos, ocupó puestos como curadora en el Museo de Arte Moderno y el Tate Modern, donde a menudo formó exhibiciones provocadoras relacionadas con el arte, la representación y otros temas.

Su proyecto más reciente ha sido considerado aun más accesible, coloquial y audaz: editar como invitada un número especial de Aperture dedicado a la fotografía de la experiencia afroamericana.

- Publicidad-

Tituló al ejemplar “Vision & Justice” (“Visión y justicia”, también el nombre de su curso en Harvard) y le dio dos portadas separadas: una contemporánea, la otra histórica. Los fanáticos de la pesada edición le han estado llamando un correctivo vital de la llamada mirada blanca de la fotografía de élite, aunque Lewis prefiere describirla simplemente como un retrato totalmente redondo de la vida de los afroamericanos.

Una exhibición vinculada al tema será inaugurada en agosto en Harvard. Mientras tanto, Lewis, de 36 años de edad, en sus viajes entre Nueva York y Cambridge, Massachusetts, se ha encontrado discutiendo el poder de las imágenes, especialmente cuando se relacionan con la raza y la necesidad de una mayor alfabetización visual.

A continuación se transcribe una versión condensada de una conversación que se dio durante horas en The New York Times y luego continuó vía correo electrónico.

- Publicidad -

P: Como editora de imágenes en The New York Times, pienso mucho en la autenticidad. Crecí en Wyoming, con muy pocas personas de color, así que cuando mi madre las veía en el periódico, decía: “¿Por qué es que somos como estas manchas negras con ojos y dientes?” Le enloquecía. Y luego, del lado de mi padre, ellos eran del centro de Lousiana, y cada vez que visitábamos a mi abuela, ella tenía retratos y fotos del siglo XIX de miembros de la familia. Eso es lo que me atrajo a la fotografía. ¿Qué le atrajo a usted?

R: Hay casi demasiadas historias y anécdotas personales en mi mente para aislar solo una. En realidad, hubo un momento formativo para mí en mi niñez que me hizo pensar en la dignidad de las imágenes conectadas con cómo vemos la raza en Estados Unidos.

- Publicidad -

Tuvimos una inundación en mi casa de la niñez. Yo tenía unos ocho o nueve años. Y tuvimos que abandonar la casa. Volvimos a casa, y estaba inundada. Y nuestra vecina de al lado _ vivíamos en un vecindario totalmente blanco, y lo construimos _ acudió en nuestra ayuda. Y se quedó paralizada y se detuvo en la entrada, no entró, no debido al agua, sino porque se asombró al ver estas fotografías que teníamos de mis tatarabuelos. Y nunca olvidaré lo que dijo: “Yo ni siquiera tengo fotos de mis tatarabuelos”.

Y se me ocurrió: a) que estas eran únicas; b) que era importante tener un registro visual en forma de fotografías de los afroamericanos en ese periodo de tiempo. Y me hizo querer explorar la historia y comprender eso.

P: ¿Cómo evolucionó su interés en la fotografía?

R: Pasó de simplemente interesarme en ella como un proyecto documental a algo que pienso tiene resonancia para el compromiso cívico, para la conversación a nivel más amplio que solo se tiene en el mundo del arte. Va mucho más allá de eso.

P: ¿Cómo seleccionó a los artistas incluidos en “Vision & Justice”?

R: Mi intención para este número de Aperture y al seleccionar el tema de visión y justicia fue crear un ejemplar que tuviera escritores, fotógrafos, poetas, expertos, cuyo nivel de maestría y seriedad en el trabajo igualara el peso de este tema. Sin embargo, eso significa que hay muchos fotógrafos emergentes aquí, muchos expertos y escritores más jóvenes.

P: ¿Por qué dos portadas diferentes?

R: Quería tener dos portadas contrastantes _ una de Richard Avedon de Martin Luther King Jr., su padre e hijo, y otro retrato del joven fotógrafo Awol Erizku del festival Afropunk 2014 _ para subrayar la naturaleza histórica y la vitalidad pura de este tema de la visión y la justicia.

Para un ejemplar con tal extensión cronológica, una sola imagen no lo haría.

P: Particularmente me encanta la portada de Martin Luther King Jr., su padre y su hijo. No tenía idea de que existiera esta foto.

R: Pienso que una entre, digamos, 20 personas _ y me refiero a expertos, historiadores del arte que conozco _ sabía de esta imagen antes de que yo se las mostrara.

Avedon compuso con maestría esta imagen. Ha hecho que King se cerniera sobre el pasado y el presente, con su padre y su hijo; debido a la forma de enmarcar sus hombres, es casi angelical, casi despersonalizado, un poco incorpóreo. Pero aún se ve, debido a los personajes, cuán conectado está con el pasado y el futuro.

Ah, pero esa mirada es la que pienso que me llega, y es un emblema de la importancia de la visión y la justicia. Decidí titular al ejemplar “Vision & Justice”, no “Photographs & Justice” (Fotografías y justicia) o “Images & Justice” (Imágenes y justicia), porque tiene que ver con esto, con el impacto de cómo las imágenes nos hacen ver al mundo diferente.

P: ¿Cómo piensa que la representación de la raza ha cambiado a lo largo del tiempo, especialmente conforme nos hemos vuelto más una sociedad multicultural transnacional?

R: La principal tendencia o giro que ha ocurrido en relación con la raza y la fotografía y la representación en la fotografía es que uno ve un avance de la fotografía como un proyecto correctivo a una fotografía como una forma de celebrar la complejidad de la vida humana. De la vida afroamericana.

Por correctivo me refiero realmente a regresar al siglo XIX y hablar sobre el desarrollo de la representación de la raza en la fotografía debido a la forma en la cual la ciencia racial intentaba usar la fotografía como un modo de mostrar la inhumanidad de los afroamericanos, y todo el trabajo que se estaba haciendo; el contraarchivo que crearon los fotógrafos negros en el periodo anterior a la Guerra Civil para ofrecer un correctivo para eso.

De nuevo, esa es la razón por la cual [Frederick] Douglass estuvo frente a la cámara. Era para crear este contraarchivo, para _ como lo expresaría Skip Gates _ frenar el enorme flujo de estereotipos que se había convertido en una saturación masiva en ese periodo.

Así que avanzó de este periodo correctivo a un modo más celebratorio; pienso que Jamel Shabazz es un gran exponente de esto, con sus series sobre el honor y la dignidad que realmente eran una crónica de la vida afroamericana que podría ser cotidiana para esas personas, pero no se le da la debida atención debido a la saturación que tenemos de las imágenes que muestran una narrativa cultural denigrante sobre los afroamericanos.

Pienso que parte de la razón por la cual nos roban perspectivas cuando no vemos todo el alcance de la expresión afroamericana es porque no hay una forma prescriptiva de vivir esta vida con la piel oscura.

Sandra Stevenson
© 2016 New York Times News Service