La célula terrorista que mató a 14 personas en Cataluña el jueves planeaba montar un atentado en Barcelona que sólo fue abandonado cuando explotaron accidentalmente la casa donde estaban almacenando explosivos.
Trece personas murieron y más de 130 resultaron heridas después de que una furgoneta blanca de Fiat arrasara las Ramblas el jueves en la capital catalana. Ocho horas más tarde, una mujer española fue asesinada y seis personas resultaron heridas después de que un automóvil pensado para transportar a cinco miembros de la misma celda corriera por peatones en la ciudad costera de Cambrils. Los cinco terroristas fueron asesinados por la policía.
Los informes de la tarde del viernes sugirieron que el conductor de la furgoneta utilizada en el ataque de Las Ramblas, que había sido cazado por la policía, estaba entre los muertos en Cambrils, pero la policía más tarde sugirió que aún podría estar a la fuga.
A pesar de la carnicería y el caos, la policía catalana dijo que la célula aparentemente estaba preparando un ataque mucho más grande en Barcelona.
Josep Lluís Trapero, comandante de los Mossos d’Esquadra, de la policía catalana, dijo que la banda había estado recogiendo latas de gas butano en una casa en el pequeño pueblo de Alcanar, a 120 kilómetros al sur de Barcelona. Sin embargo algo salió mal y el edificio explotó el miércoles por la noche, matando a dos personas e hiriendo a 16.
“La explosión en Alcanar significó que ya no tenían el material necesario para planear ataques a gran escala en Barcelona”, dijo Trapero. Probablemente estaban tratando de llevar a cabo un tipo diferente de ataque.
Se cree que la falta de capacidad de usar bombas llevó a la célula a usar dos camionetas que habían contratado, posiblemente con la idea de cargarlas con las latas de gas, en el tipo de atentados de peatones vistos en Niza, Berlín y Londres.
Uno fue abandonado en Las Ramblas. Se cree que una segunda furgoneta, que se encontró más tarde en la localidad de Vic, a 50 millas al norte de Barcelona, fue concebida como un vehículo de escape. Los informes sugieren que la pandilla pudo haber intentado inicialmente contratar a un camión mucho más grande, pero no poseía la documentación correcta.
La policía arrestó a cuatro hombres, tres ciudadanos marroquíes y un ciudadano español de 21, 27, 28 y 34 años.
Con información de The Guardian
