China ha rechazado los reiterados llamamientos de Donald Trump para que haga más para frenar el programa nuclear de Corea del Norte, diciendo que la “teoría de la responsabilidad de China” debe detenerse.
La frustración de Trump con China ha crecido desde que Pyongyang lanzó un misil balístico intercontinental que algunos expertos dicen podría alcanzar Alaska o otras partes de la costa oeste de los EEUU. Antes del lanzamiento de misiles, Estados Unidos ya había impuesto sanciones contra dos ciudadanos chinos y una compañía naviera vinculada a Pyongyang, y se trasladó a la lista negra de un pequeño banco chino con sede en una ciudad en la frontera con Corea del Norte.
Pero China dijo el martes que no era la clave para calmar las tensiones en la península coreana.
“Recientemente, algunas personas, hablando de la cuestión nuclear de la península coreana, han estado exagerando y dando protagonismo a la llamada” teoría de la responsabilidad de China “, dijo Geng Shuang, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, sin nombrar a una persona o país específico. “Creo que esto muestra falta de un conocimiento completo y correcto de la cuestión, o hay motivos ulteriores para ello, tratando de cambiar la responsabilidad”.
China es el principal aliado diplomático de Corea del Norte y su mayor socio comercial, y los líderes chinos han hecho todo lo posible para asegurar que el régimen de Kim Jong-un no se derrumbe.
Se preocupan de que la caída del régimen conduzca al caos, con miles de refugiados derramando sobre la frontera. Los funcionarios también desconfían de un Corea unificada respaldada por Estados Unidos, y de compartir una frontera con un país donde están estacionadas unas 30.000 tropas estadounidenses.
Todas las partes deben reunirse a mitad de camino y China ha hecho esfuerzos significativos y ha desempeñado un papel constructivo, agregó Geng. Él describió las sanciones de los EEUU contra compañías chinas como aceite de la adición a un fuego al mismo tiempo que China intentaba extinguir las llamas. Estados Unidos también enfureció a las autoridades chinas al anunciar la venta de armas a Taiwán por 1.142 millones de dólares, una isla autodeterminada que China considera parte de su territorio.
“Pedir a otros que hagan el trabajo, pero no hacer nada por ellos mismos no está bien”, dijo Geng. “Ser apuñalado en la espalda no está bien”.
China culpa en parte a los EE.UU. y Corea del Sur por las tensiones aumentadas en la península, citando ejercicios militares frecuentes
Con información de The Guardian
