Cómo China tomó el centro del escenario en la guerra civil del bitcoin

David Kestenbaum y Paul Mozur contribuyeron reporteando.

NUEVA YORK _ Una delegación de ejecutivos estadounidenses voló a Pekín en abril para una reunión secreta a unas cuadras de la Plaza Tiananmen. Habían acudido a cortejar a los nuevos hacedores de reyes en uno de los experimentos de dinero más raros que el mundo haya visto: la moneda virtual conocida como bitcoin.

Con bajas probabilidades, y pese a una estructura abstrusa, en la cual supercomputadoras “extraen” la moneda vía fórmulas matemáticas, el bitcoin se ha convertido en una industria multimillonaria en dólares. Ha atraído a importantes inversiones de Silicon Valley y a un número importante de seguidores en Wall Street.

- Publicidad-

Sin embargo, el bitcoin, que es tanto un nuevo tipo de dinero digital como una red financiera inusual, está teniendo una especie de crisis de identidad. Como tantas tecnologías antes que ella, la moneda virtual está viéndoselas con el inevitable estira y afloja entre el crecimiento comercial y la pureza de sus ambiciones originales.

En su concepción, el bitcoin existiría más allá del control de cualquier gobierno o país individual. Estaría basado en todas partes y en ninguna parte.

Sin embargo, pese a lo que se dijo de una moneda sin fronteras, un puñado de compañías chinas efectivamente han asumido el control mayoritario de la red del bitcoin. Lo han hecho a través de inversiones sagaces y enormes centros de servidores computacionales dispersos en todo el país. La delegación estadounidense voló a Pekín porque ahí es donde se concentra gran parte del poder del bitcoin.

- Publicidad -

En el momento de la reunión, celebrada en el hotel Grand Hyatt, más de 70 por ciento de las transacciones en la red del bitcoin estaba pasando por solo cuatro compañías chinas, conocidas como pozos de extracción de bitcoins; y la mayoría fluía a través de solo dos de esas compañías. Eso les da lo que representa un poder de veto sobre cualquier cambio en el software y la tecnología del bitcoin.

China se ha convertido en un mercado para el bitcoin diferente a cualquier otro en Occidente, alimentando enormes inversiones en centros de servidores así como grandes operaciones especulativas en los mercados del bitcoin chinos. Los mercados chinos han representado 42 por ciento de todas las transacciones en bitcoins este año, según un análisis realizado por Chainalysis para The New York Times.

- Publicidad -

Pero la influencia de China está despertando inquietudes sobre la independencia y descentralización del bitcoin, que se suponía darían libertad a la tecnología respecto del tipo de represiones e intervenciones gubernamentales que son comunes en el mundo financiero chino.

“La concentración en una sola jurisdicción no es un buen presagio”, dijo Emin Gun Sirer, profesor de la Universidad de Cornell e investigador del bitcoin. “Necesitamos poner atención a estas cosas si queremos que la descentralización sea importante”.

Cuello de botella en la red

Las compañías estadounidenses cuyos ejecutivos acudieron al Grand Hyatt _ incluidas empresas emergentes financiadas con capital aventurero como Coinbase _ están peleando por hacer más grande al bitcoin. Esperan ampliar la capacidad de la red del bitcoin para que pueda procesar más transacciones y competir con los PayPals y Visas del mundo.

El tamaño actual de la red se remonta a los primeros días, cuando el fundador del bitcoin, Satoshi Nakamoto, limitó la cantidad de datos que podía viajar por la red, esencialmente poniéndole un tope de unas siete transacciones por segundo. Conforme el bitcoin se ha vuelto más popular, esos límites han causado un severo congestionamiento y conducido a prolongados retrasos en las transacciones.

La delegación estadounidense en China tenía una propuesta de software, conocida como bitcoin Classic, que cambiaría todo eso.

Las compañías chinas, sin embargo, tenían la última palabra en la toma de decisiones sobre cualquier cambio en el software, y no estuvieron de acuerdo con la delegación estadounidense. Los chinos habían apostado a otro grupo de veteranos programadores que querían mantener al bitcoin más pequeño, en parte para mantenerlo más seguro. Los estadounidenses esperaban convencer a los chinos de cambiar de bando.

En una sala de conferencias del hotel, el equipo estadounidense de alrededor de media docena de personas pasó sus diapositivas de PowerPoint, en inglés y chino, argumentando a favor de la ampliación de la red, más notablemente apuntando a los prolongados retrasos que han estado plagando al sistema como resultado del congestionamiento. Los representantes chinos escucharon y dialogaron entre ellos.

“Nos mantuvimos diciendo: ‘Para bien o para mal, ustedes tienen este liderazgo en la industria, y todos están esperando que ustedes muestren cierto liderazgo’”, dijo Brian Armstrong, director ejecutivo de Coinbase.

Finalmente, dijo Armstrong, “no pudimos convencerlos”.

Algunos defensores del bitcoin se han quejado de que las compañías chinas han estado motivadas solo por las utilidades a corto plazo, en vez del éxito a largo plazo y los ideales del proyecto. Bobby Lee, director ejecutivo de la compañía de bitcoins BTCC, que está basada en Shanghái, se enfureció por eso; y por la idea de que las compañías chinas representan algún tipo de frente unido.

Motor de extracción

Durante los primeros años, aparte de su uso como método de pago en Silk Road (Ruta de la Seda), un mercado de drogas en línea que ya ha sido cerrado, el bitcoin no cobró mucho impulso. Entró en la conciencia del mundo en 2013 cuando el precio del dinero digital empezó a repuntar, en gran parte porque los inversionistas chinos empezaron a comerciar con bitcoins en grandes cantidades.

Lee dijo que los chinos adoptaron rápidamente el bitcoin por varias razones. Por un lado, el gobierno chino había limitado estrictamente otras vías de inversión potenciales, dando a los ciudadanos el ansia por nuevos activos. Además, dijo Lee, a los chinos les encanta el precio volátil del bitcoin, el cual daba a la naciente red de la moneda la sensación de un juego de azar en línea, una actividad muy popular en China.

Ha habido una extensa especulación de que el pueblo chino ha usado el bitcoin para sacar dinero del país y evadir los controles de capital, pero Lee y otros expertos dijeron que la evidencia sugiere que este no es un fenómeno importante.

“Ninguna persona china está impulsando al bitcoin porque sea libertario o porque vaya a causar la caída de gobiernos”, dijo Lee. “Esto fue una inversión”.

El grado de la actividad especulativa en China a fines de 2013 impulsó el precio de un solo bitcoin por encima de los mil dólares. Ese aumento _ y los reflectores mediáticos que le acompañaron _ condujo al gobierno de China a intervenir en diciembre de 2013 y cortar el flujo de dinero entre los bancos chinos y los mercados del bitcoin, haciendo estallar lo que pareció ser una burbuja del bitcoin.

Sin embargo, el frenesí despertó el interés en otro aspecto de la moneda: la extracción de bitcoins.

La política de los pozos

Quizá el jugador más importante en el mundo del bitcoin chino es Jihan Wu, de 30 años de edad, un ex analista de inversiones que fundó lo que a menudo se describe en China como la compañía de bitcoins más valiosa del mundo. Esa compañía, Bitmain, empezó a construir computadoras en 2013 usando chips especialmente diseñados para hacer cálculos de extracción.

Bitmain, que tiene 250 empleados, fabrica y vende computadoras para la extracción de bitcoins. También opera un pozo al que pueden unirse otros mineros, llamado Antpool, y conserva para sí un número importante de máquinas extractoras, las cuales mantiene en Islandia y Estados Unidos, así como en China. Las máquinas que Bitmain tiene representan 10 por ciento del poder computacional en la red mundial del bitcoin.

Wu y los otros operadores de pozos de extracción en China a menudo han parecido un poco sorprendidos, e incluso descontentos, de que sus inversiones les hayan dado poder de toma de decisiones dentro de la red del bitcoin.

Independientemente de cómo se desarrolle el debate del software, hay temores de que el gobierno de China pudiera decidir, en cierto momento, presionar a los mineros del país para usar su influencia con el fin de alterar las reglas de la red del bitcoin. La intervención del gobierno en 2013 sugiere que el bitcoin no es demasiado pequeño para escapar a su atención.

Wu restó importancia a esa inquietud. También dijo que a medida que más estadounidenses compren sus máquinas Bitmain y aprovechen la electricidad barata en lugares como el estado de Washington, la extracción naturalmente se descentralizará más. Dijo que ya entre 30 y 40 por ciento de las nuevas máquinas Bitmain están siendo enviadas fuera de China.

Por ahora, sin embargo, China sigue siendo dominante.

Nathaniel Popper
© 2016 New York Times News Service