Chris Evans Interpreta a un Tipo Diferente de Héroe

Chris Evans se gana la vida interpretando al Capitán América, lo que significa una dieta continua de autos a toda velocidad, saltar de edificios y ese tipo de cosas. Aunque en una ocasión hizo paracaidismo solo por convivir con un amigo, él asegura que no es adicto a la adrenalina.

“Fue una tontería, arriesgada y terrible,” asegura Evans, “pero la pasamos de maravilla. Yo no conduzco a gran velocidad, no me gustan las motocicletas, no hago el salto de bungee, no me gusta disparar armas. Lo que me gusta es el snowboarding.”

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No hay muchas inyecciones de adrenalina en su nueva película, “Gifted,” que está programada para tener un estreno limitado el 7 de abril. No es el tipo de película que esperarían sus admiradores, pero sí es el tipo de riesgos que es justo lo que le gusta a Evans.

“Me encantan las películas que se centran en la familia y sus luchas,” afirma Evans, hablando por teléfono desde su casa en Hollywood Hills. “Para mí, ‘Gifted’ se siente como ‘Kramer vs. Kramer’ (1979), que fue una de mis películas favoritas cuando era más joven. La película tiene una gran complejidad moral. Me encantan los personajes y me gusta mucho cuando también tengo la oportunidad de arrojar luz sobre un joven talento.”

Evans interpreta a Frank, un profesor que se dedica a reparar botes y que emprende la tarea de criar a la hija de su difunta hermana, que se suicidó. La sobrina, Mary (McKenna Grace), tiene siete años de edad y resulta ser un prodigio en matemáticas.

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Frank piensa que su hermana hubiera querido que Mary llevara una vida normal, no la vida protegida de un genio de las matemáticas, por lo que le brinda una infancia normal en Florida con la ayuda de su casera (Octavia Spencer).

Los problemas empiezan cuando Frank inscribe a Mary en la escuela primaria y su profesora descubre que la niña ya domina el cálculo. Cuando Frank descarta la recomendación del director de enviar a Mary a una escuela privada para niños dotados, el director se pone en contacto con la madre de Frank, Evelyn (Lindsay Duncan).

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Convencida de que están descuidando a su nieta, y no habiéndose llevado bien con su hijo desde hace muchos años, Evelyn llega a Florida de Boston, contrata a un abogado e inicia una batalla por la custodia.

“Evelyn tiene sus fallas,” señala Evans. “Uno de los aspectos más difíciles de ser padre es tratar de no reflejarnos en ellos. No podemos corregir nuestros errores viviendo a través de ellos. Tenemos que procurar que los niños tengan su propia vida.

“Evelyn tiene buenas intenciones, pero eso no necesariamente se traduce en buen comportamiento,” continúa. “Existe una enorme falta de perdón entre los dos. También Frank necesita perdonarse un poco por la culpa que siente respecto de cómo se desarrolló la vida de su hermana.”

Hay todo un mundo de diferencia con Steve Rogers que, en su calidad de Capitán América por lo general puede resolver sus problemas con un puñetazo bien colocado.

“Yo supongo que los dos están tratando de hacer lo mismo,” señala Evans. “Frank es más bien una especie de héroe a regañadientes. Está más inclinado a condescender que Steve. Steve está más dispuesto a decir lo que piensa y a ser valeroso en territorio desconocido.

“Frank está un poco inseguro de sí mismo,” continúa el actor. “Creo que se está cuestionando si tiene lo que se necesita para ser héroe. Tiene un gran corazón y pienso que su sentido de la moral es correcto, pero de todos modos, se encuentra en un terreno desconocido.”

El término “sentido moral” sale mucho a colación en la conversación con Evans. En parte porque ha vivido en el universo cinematográfico de Marvel desde hace siete años, interpretando al legendario Capitán América.

“Interpretar a un personaje con un claro sentido moral me obliga a examinar mi propia vida,” señala. “Al explorar otros personajes, indirectamente me exploro a mí mismo. Me gustaría creer que se me ha quedado algo de interpretar a hombres buenos.”

Evans fue uno de cuatro hijos y creció en los suburbios de Boston. Su padre era dentista y su madre, administradora del Teatro Juvenil Concord. Cuando tenía 16 años decidió ser actor y convenció a sus padres de que lo dejaran pasar el verano en Nueva York. Su plan era ser interno en una agencia de talentos de Nueva York.

“Mis padres estaban profundamente conscientes de que la actuación era lo que más me apasionaba en la vida,” explica Evans. “Yo había estado haciendo mucho teatro y ellos pensaron que no sería una esperanza vana.

“El trabajo de la agencia tenía la posibilidad de llevarme a algo,” continúa. “Pero, con todo, mis padres se estaban cubriendo. Si yo iba a Nueva York y no me gustaba, yo tendría tiempo de elegir otra carrera.”

En lugar de desanimarse, Evans dio un paso audaz que le cambió la vida.

“Estuve contestando teléfonos todo el verano,” recuerda. “Hasta que un día les dije a mis jefes que yo era actor y que si querrían que hiciera una prueba. Cuando regresé a la escuela, ya tenía un agente. Tuve suerte y conseguí un programa de televisión.”

Ese programa fue “The Opposite Sex” (2000), en el que Evans interpretaba a uno de tres estudiantes varones en una escuela que antes era exclusiva para mujeres. “The Opposite Sex” no duró mucho, pero el joven actor no tardó en encontrar trabajo en otras series de televisión, como “The Fugitive” (2000) y “Boston Public” (2001). Debutó en la pantalla grande con “The Newcomers” (2000) y luego obtuvo un papel protagónico en “Not Another Teen Movie” (2001), que lo llevó después a “The Perfect Score” (2004) y “Cellular” (2004).

Evans hizo su primera aparición en el mundo de Marvel Comics en calidad de Johnny Storm, más conocido como la Antorcha Humana en “Fantastic Four” (2005) y su continuación, “Fantastic Four: Rise of the Silver Surfer” (2007). Después interpretó a un galán de Harvard en “The Nanny Diaries” (2007), a un detective en “Street Kings” (2008) y a un villano en “Scott Pilgrim vs. the World” (2010).

Luego firmó un contrato de larga duración para interpretar a Steve Rogers, primero en “Captain America: The First Avenger” (2011) y después en una serie de películas, dos del Capitán América y dos de los Vengadores. Ese contrato llega hasta “Avengers: Infinity War” y “Avengers 4,” que se están rodando una tras otra y para las cuales ahora están en entrenamiento. E insiste, a pesar de los rumores en contrario, que después de eso, él habrá terminado con ese papel.

“Cuando me contrataron en 2010, vi un contrato por seis películas enfrente de mí,” afirma. “Sentí lo mismo que se siente al entrar en preparatoria: ‘Voy a estar aquí para siempre.’ Después llegamos al último año y nos damos cuenta de que ya nos vamos a graduar y, cosa rara, no sabemos si estamos listos.

“Estoy con la mirada puesta en el futuro, echándolo de menos de forma prematura.”

En cuanto a los rumores, Evans los desmiente.

“No ha habido ninguna renegociación,” asegura. “Después de las próximas dos películas, se acabó. Estoy tratando de disfrutarlo lo más que pueda.”

Mientras tanto, Evans, de 36 años de edad, está ocupado en volver a ponerse en forma.

“Cada vez es más difícil prepararse para las películas,” admite. “Todo es un poco más lento. Estoy impresionado por la cantidad de sueño que no solo necesito sino que también quiero. Estoy mucho más inclinado a quedarme en casa los fines de semana y me quejo más cuando hago ejercicio. Además, cuando hago ejercicio ando adolorido por más tiempo.”

Pero en general, Evans admite que las cosas le han salido fácil.

“No me he roto ningún hueso,” indica. “Sin embargo, tengo muchos moretones, músculos jalados, hombros y codos torcidos. No he tenido lesiones de nombre elegante pero de pronto me cuesta trabajo empujar con el pie izquierdo. Hay cosas que no sabemos que nos pasan la factura al ir envejeciendo.

“¿Cómo le hace Hugh Jackman? Él desafía las reglas de la vida,” continúa Evans. “Él se ve cada vez mejor.”

Hace unos años, Evans dirigió “Before We Go” (2014), un romance en el que actuó al lado de Alice Eve. A él le gustaría volver a ponerse detrás de las cámaras.

“Nunca voy a abandonar la actuación,” afirma. “Es un negocio extraño que nos exige cosas extrañas, pero me encanta. Siempre estará en mi vida de algún modo. Pero soy muy mercurial … de repente me levanto con la idea de dedicarme a la música o a la pintura. Yo toco la guitarra y el piano y probablemente puedo fingir que toco los tambores.

“Yo crecí bailando tap,” agrega. “Cuando tenía 13 o 14 años, antes de descubrir la actuación, lo único que hacía era dibujar y pintar. Yo suponía que iba a ir a la escuela de pintura.”

Ahora Evans está haciendo la lista de cosas que quiere hacer antes de morir.

“Estoy buscando cosas que no haya hecho,” explica. “Nunca he montado a caballo y creo que definitivamente me encantaría.”

El actor ya tiene en su agenda sus próximas dos películas ajenas a los Vengadores. En “Jekyll,” basada en una miniserie de la BBC de 2007 y ambientada en la actualidad, él interpretará al Dr. Jekyll y al Sr. Hyde. Y en “Red Sea Diving Resort,” el será un agente israelí implicado en el rescate de unos judíos etíopes atrapados en Sudán a fines de los años setenta y principios de los ochenta.

Esa sí suena peligrosa.

“Es posible,” señala Evans. “Pero no se lo diga a mi madre.”

© 2017 Nancy Mills