Las computadoras cuánticas están a punto de ser reales

Aunque el término “computadoras cuánticas” podría sugerir un dispositivo en miniatura, elegante, las últimas encarnaciones están muy lejos de cualquier cosa disponible en la tienda de Apple. En un laboratorio a sólo 60 kilómetros al norte de la ciudad de Nueva York, los científicos están ejecutando una computadora cuántica novata a través de sus pasos – y todo el paquete se parece a algo que podría encontrarse en un rincón oscuro de un sótano. El sistema de enfriamiento que envuelve la computadora es aproximadamente el tamaño y forma de un calentador de agua doméstico.

Debajo de ese exterior torpe se sienta el corazón de la computadora, el procesador cuántico, un diminuto y precisamente diseñado chip alrededor de un centímetro a cada lado. Enfriado a temperaturas justo por encima del cero absoluto, el ordenador fabricado por IBM y alojado en el Thomas J. Watson Research Center de la compañía en Yorktown Heights, N.Y. – comprende 16 bits cuánticos, o qubits, suficiente para sólo cálculos simples.

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Sin embargo, si este equipo puede ampliarse, podría trascender los límites actuales de cálculo. Las computadoras basadas en la física superpequeña pueden resolver rompecabezas que ninguna otra computadora puede – por lo menos en teoría – porque las entidades cuánticas se comportan a diferencia de cualquier cosa en un reino más grande.

Las computadoras cuánticas no están poniendo las computadoras estándar de vergüenza todavía. Las computadoras más avanzadas están trabajando con menos de dos docenas de qubits. Pero equipos de la industria y el mundo académico están trabajando en expandir sus propias versiones de computadoras cuánticas a 50 ó 100 qubits, lo suficiente para realizar ciertos cálculos que los supercomputadores más poderosos no pueden sacar.

La carrera está a punto de alcanzar ese hito, conocido como “supremacía cuántica”. Los científicos deberían alcanzar este objetivo dentro de un par de años, dice el físico cuántico David Schuster de la Universidad de Chicago. “No hay razón para que vea que no funcionará”.

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Pero la supremacía no es más que un primer paso, un signo simbólico que se asemeja a un asta de bandera en el suelo de un paisaje inexplorado. Las primeras tareas en las que predominan los ordenadores cuánticos serán problemas inventados que resultarán difíciles para una computadora estándar, pero fáciles para una unidad cuántica. Eventualmente, la esperanza es que las computadoras se convertirán en valiosas herramientas de científicos y negocios.

Con información de Science Now