Corea del Norte ha desafiado las amenazas de “fuego y furia” de Donald Trump, ridiculizando su advertencia como una “carga de tonterías” y anunciando un plan detallado para lanzar misiles dirigidos a las aguas de la costa del territorio de Guam, una isla en el Pacífico perteneciente a los Estados Unidos.
Una declaración atribuida al general Kim Rak Gyom, jefe de las fuerzas estratégicas del país, declaró: “Un diálogo sano no es posible con un tipo desprovisto de razón y sólo la fuerza absoluta puede funcionar él”. El general delineó un plan para llevar a cabo un lanzamiento de demostración de cuatro misiles de alcance intermedio que volarían sobre Japón y luego aterrizarían en el mar alrededor de Guam, “envolviendo” la isla.
“Los cohetes Hwasong-12 lanzados por el Ejército Popular de Corea (KPA) cruzarán el cielo por encima de las prefecturas de Shimani, Hiroshima y Koichi de Japón”, dijo el comunicado. “Ellos volarán por 3.356,7 km por 1,065 segundos y golpearán las aguas a 30 ó 40 km de Guam”.
La declaración dice que el plan para esta muestra de fuerza estaría listo a mediados de este mes y luego esperar órdenes del comandante en jefe, Kim Jong-un.
La declaración fue claramente diseñada como una demostración de bravuconería, enfrentando al bluff de la administración Trump tras la amenaza del presidente y una declaración del secretario de Defensa, James Mattis, ambos enfatizando el poder abrumador del ejército estadounidense. “Corea del Norte no puede hacer más amenazas a los Estados Unidos. Ellos serán recibidos por el fuego y la furia como el mundo nunca ha visto “, dijo Trump el miércoles.
La respuesta de Pyongyang fue su amenaza más pública y detallada hasta la fecha, y evidentemente tenía la intención de incitar al presidente estadounidense.
Estados Unidos tiene una base naval en Guam y la isla es el hogar de la base aérea de Andersen, que tiene seis bombarderos pesados B-1B. Según noticias de la NBC, los bombarderos no nucleares han realizado 11 salidas de práctica desde mayo en preparación para un posible ataque en Corea del Norte. La isla remota es el hogar de 162,000 personas.
Con información de The Guardian
