Venezuela arrestó esta semana a cuatro panaderos que hacían brownies y otros pasteles ilegales, mientras el gobierno socialista del presidente Nicolás Maduro amenaza con hacerse cargo de las panaderías en Caracas como parte de una nueva “guerra del pan”.
Maduro ha enviado inspectores y soldados a más de 700 panaderías alrededor de la capital esta semana para hacer cumplir la regla de que el 90% del trigo debe estar destinado a panes en vez de pasteles.
Fue la última medida adoptada por el gobierno para combatir la escasez y largas filas de productos básicos que han caracterizado la crisis económica de Venezuela durante los últimos tres años.
El partido gobernante dice que las empresas pro-oposición están saboteando la economía de la nación, acumulando productos y subiendo los precios. Los críticos dicen que el gobierno es culpable de persistir con las políticas fallidas de los controles del precio y de la modernidad.
Los panificadores culpan al gobierno de una escasez nacional de trigo, diciendo que el 80% de los establecimientos no tienen nada en los almacenes.
Durante las inspecciones de esta semana, dos hombres fueron arrestados mientras su panadería estaba usando demasiado trigo en pan dulce, croissants rellenos de jamón y otros productos, informó la superintendencia estatal de precios justos en un comunicado enviado a los medios el jueves.
Otros dos fueron detenidos por hacer brownies con trigo caduco, agregó el comunicado, diciendo que al menos una panadería había sido temporalmente tomada por las autoridades durante 90 días.
“Los que están detrás de la ‘guerra del pan’ van a pagar, y no dejes que digan después que es una persecución política”, advirtió Maduro al comienzo de la semana.
El grupo que representa a los panaderos, Fevipan, ha pedido una reunión con Maduro, diciendo que la mayoría de los establecimientos no pueden llegar a fin de mes sin vender productos más caros.
