CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La nueva gran producción de la Compañía Nacional de Danza (CND) de la Secretaría de Cultura, Blancanieves, es un montaje que ha reunido a un grupo de creativos de las artes escénicas de amplia experiencia, como Irina Marcano, bailarina y coreógrafa de danza clásica, quien ha ganado el Concurso Interno de Coreografía del elenco en dos ocasiones consecutivas, 2014 y 2015.
Los diseñadores de escenografía Jorge Ballina, iluminación Xóchitl González y vestuario Sara Solomón también participan en el equipo artístico de la obra, basada en la versión cinematográfica de Walt Disney (1937), si bien la literaria pertenece a los hermanos Grimm (1812).
La historia, popularmente conocida, es la de Blancanieves, joven princesa envenenada por su madrastra, La Reina, y salvada por un joven príncipe.
Sin embargo, las aportaciones escénicas contemporáneas al cuento se hallan en la manera de contarlo; por ejemplo, Marcano propone movimientos más cercanos al virtuosismo que los que demuestra generalmente el género de la danza clásica en el escenario, tales como sólo caminar y correr para los personajes principales de La Reina y Blancanieves, al tiempo que los combina con otros pasos propios del lenguaje del ballet.
Ella indaga también en el uso de la cámara lenta (tomada del cine) en la coreografía de repertorio clásico.
Por su parte, el escenógrafo Jorge Ballina instala un majestuoso castillo de tres planos de profundidad en color rojo sangre en alusión, pareciera, al pinchazo del dedo que la auténtica madre de Blancanieves tiene en el rosal o bien refiriéndose a la manzana roja que se le obsequia.
Su construcción escenográfica abarca prácticamente la extensión completa del foro del Teatro de las Artes del Cenart, lugar donde se realizó el estreno el pasado 5 de agosto. Dicha propuesta espacial de Ballina no es fija: de castillo cambia a bosque en varias ocasiones dramatúrgicas.
Asimismo, con propuesta contemporánea dentro de ese género de la danza, Sara Solomón confecciona un vestuario de paleta de colores de texturas brillantes para los seres fantásticos del bosque como animales y enanos.
Estos últimos no son diferenciados en sus caracteres por medio de la gestualidad o el movimiento ni a través del recurso de la ropa. No se distinguen Doc (el sabiondo), Grumpy (el gruñón), Sneezy (el alérgico), Bashful (el tímido), Dopey (el tontín), Sleepy (el dormilón) y Happy (el feliz). Todos parecen de un mismo tipo reproducido siete veces.
La producción está acompañada musicalmente con las obras Peer Gynt Suites de Edvard Grieg, Night On Bald Mountain de Modest Mussorgsky, y Guillaume Tell de Gioachino Rossini.
También La Gioconda de Amilcare Ponchielli, The Sorcerer’s Apprentice de Paul Dukas, y Suite No. 2 de Johann Sebastian Bach.
Todas ellas con la interpretación en vivo de la Sinfonietta de las Artes, un ensamble de instrumentos de aliento de metal y percusiones dirigido por José Luis Castillo.
Esta obra universal dirigida al público infantil a propósito de las vacaciones escolares de verano, estará el próximo 13 y 14 a las 12:00 y 14:00 horas con el elenco de bailarines Michele Cutri, Mónica Barragán, Alexander Mitiaev, Yubal Morales e Iratxe Beorlegui, entre otros.
