Los principales candidatos presidenciales de Francia atacaron a Marine Le Pen, del partido Frente Nacional de extrema derecha, en el primer debate televisado de la noche del lunes, con el centrista independiente Emmanuel Macron acusándola de mentir y buscar dividir el país.
El debate en vivo de tres horas y media entre los cinco primeros candidatos vio a Le Pen y Macron intercambiar repetidamente golpes verbales. Al comienzo del debate, Macron, el ex ministro de Economía de 39 años, que nunca antes se presentó a las elecciones, parecía moderado, tal vez más acostumbrado a hacer discursos en solitario que debatir a sus rivales. Pero cuando Le Pen lo acusó de estar a favor del burkini, un traje de baño de cuerpo entero usado por mujeres musulmanas que creó semanas de controversia en Francia el verano pasado cuando algunos alcaldes lo prohibieron de las playas, Macron explotó.
“Estás mintiendo retorciendo la verdad”, dijo, acusándola de “dividir” a la sociedad. Más tarde, ella atacó a Macron por ser un ex banquero de inversiones, luego de nuevo en política exterior, gritando mientras él hablaba: “Lo que estás diciendo no significa nada. No lo entendemos”. Las encuestas muestran que Le Pen y Macron podrían llegar a la segunda ronda final, pero la carrera sigue abierta e imposible de predecir.
El principal desafío de Le Pen era mostrar credibilidad en la política económica, pero enfatizó los temas de seguridad e inmigración. “Quiero poner fin a la inmigración, eso está claro”, anunció, antes de hablar de un alzamiento del fundamentalismo islámico en Francia y decir que la situación de seguridad en Francia era “explosiva”.
El izquierdista François Fillon ha pasado de favorito a pelear para quedarse en la carrera, esto después de que se iniciara una investigación judicial sobre las acusaciones de que pagó a su esposa y a sus hijos enormes salarios pagados por los contribuyentes por supuestos “trabajos falsos” como asistentes parlamentarios. El Frente Nacional de Le Pen está también bajo investigación por el mal uso de los fondos del Parlamento Europeo para pagar a los trabajadores del partido. Ambos han negado las fechorías, pero el lunes se escaparon sin que nadie entrara en detalles sobre las acusaciones durante el debate.
El izquierdista Jean-Luc Mélenchon dijo que admiró la “mojigatería” de los otros candidatos para evitar detalles sobre los casos de corrupción que han dominado la campaña.
–Eso se llama Proyecto Miedo, señor Fillon. Fue utilizado antes del Brexit “, respondió Le Pen, quien ha prometido un referéndum sobre la adhesión de Francia a la UE.
Macron, firmemente pro-Europa, señaló que “todos los que dijeron que el Brexit sería maravilloso… huyeron y se escondieron”.
El candidato socialista, Benoît Hamon, se opuso a la afirmación de Le Pen de que las escuelas públicas estaban agobiadas por la violencia, calificándolas de “nauseabundas”. Posteriormente la acusó de ser “adicta a historias de crímenes”.
Mientras tanto, el ministro socialista del Interior, Bruno Le Roux, fue convocado para reunirse con el primer ministro el martes por la mañana después de que surgieran alegatos de que, como diputado, había empleado a sus dos hijas como asistentes parlamentarias varias veces durante sus vacaciones escolares. Desde las acusaciones de Fillon, la contratación de miembros de la familia a costa de los contribuyentes se ha convertido en un tema candente. Es legal en Francia para los diputados a contratar miembros de la familia, siempre y cuando realmente realicen el trabajo.
