Decenas de colonos israelíes se resisten a la evacuación de Amona

Decenas de colonos atrincherados en una sinagoga seguían resistiéndose este jueves a la evacuación de Amona, en Cisjordania, un psicodrama que ha llevado al Gobierno de Israel a estudiar la creación de una nueva colonia, la primera en 25 años.

Cientos de policías reanudaron este jueves por la mañana la evacuación de la colina donde vivían los entre 200 y 300 habitantes de la colonia ilegal de Amona, al norte de Jerusalén.

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La colonia es objeto de una batalla política y legal que duró desde su creación, en 1995. En 2014, la Corte Suprema juzgó el asentamiento ilegal desde el punto de vista del derecho israelí, al estar construida en tierras privadas palestinas, y ordenó su destrucción.

Delante de las cámaras de televisión, que retransmitían la situación en directo, la policía se lió a golpes el miércoles con cientos de jóvenes venidos de las colonias vecinas con la convicción de que estas tierras de Cisjordania, territorio palestino, ocupado por Israel desde 1967, son israelíes, digan lo que digan los jueces, los palestinos y la comunidad internacional.

El jueves, entre uno y dos centenares de personas, entre ellos una familia de residentes de la colonia, estaban atrincherados en una sinagoga y en una vivienda. La policía se llevó uno a uno por los brazos y las piernas a los ocupantes de la casa, para dedicarse luego a los de la sinagoga.

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La policía logró a duras penas, a través del diálogo o la fuerza, evacuar el miércoles casi todas las viviendas prefabricadas en las que se instalaron los colonos a finales de los años 1990

Varios de los habitantes esperaron hasta el último momento antes de partir con poco equipaje, dejando atrás sus pertenencias que recuperarán más adelante.

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El miércoles, 24 policías resultaron levemente heridos en las operaciones que permitieron desalojar a unas 800 personas y detener a 13, según la policía.

Los colonos ganan por ‘K.O.

La evacuación de Amona podría quedar sin embargo como el comienzo de lo que el ministro de Defensa israelí calificó como “nueva época” para la colonización.

El primer ministro, Benjamin Netanyahu, anunció el miércoles por la noche la constitución de un grupo a cargo de buscar rápidamente un nuevo terreno de lo que será la nueva colonia para los habitantes de Amona.

La colonización no cesó bajo ningún gobierno israelí desde 1967. Sin embargo, desde 1992, antes de los acuerdos de paz de Oslo, ningún gobierno había anunciado oficialmente la creación de una nueva colonia, dijo a la AFP Hagit Ofran, de la organización anticolonización Paz Ahora.

Es una “decisión muy grave”, dijo, precisando que la suerte de moratoria observada desde 1992 no había impedido que continuara la colonización.

El caso de Amona, que era una colonia ilegal, cristalizó la problemática de la colonización en un momento único.

Sirvió a la agenda del lobby de los colonos hasta dentro del mismo Gobierno e inspiró un proyecto de ley que permitiría a Israel legalizar 55 colonias ilegales y apropiarse de centenares de hectáreas de tierras palestinas.

Un paso más en la anexión de Cisjordania, reclamada abiertamente por algunos ministros, según los detractores del texto.

La ONU considera todas las colonias en Cisjordania y Jerusalen Este como ilegales y como un obstáculo a la paz, objetivo que parece inalcanzable entre israelíes y palestinos.

Netanyahu, presionado por la derecha, aprovechó el espacio abierto con la llegada al poder de Donald Trump en EEUU, tirando por la borda la relativa contención que estaba obligado a observar, según él, por la “enorme” presión de la administración de Barack Obama.

Desde la investidura del nuevo presidente estadounidense, Israel anunció la construcción de más de 6.000 viviendas en Cisjordania y en Jerusalén Este.

Netanyahu nunca se hubiese aventurado sin la aprobación de la administración Trump. Pero esta ráfaga de anuncios no será suficiente para saciar a los colonos, que reclamarán aún más, advierte el periódico Haaretz.

Sin estar en el corazón de los israelíes, “el movimiento de los colonos (que celebrará su 50º aniversario en cinco meses) ganó por KO la guerra” de la opinión pública, estima el diario Maariv.