Desmantela la UNAM el Seminario del Taller Coreográfico

CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- Los mil 100 alumnos de diferentes edades, 19 maestros y dos coordinadores del Seminario del taller Coreográfico de la Universidad Nacional Autónoma de México (STCUNAM) deben desalojar el próximo 31 de diciembre los cinco salones (donde han laborado por más de 40 años) que se ubican sobre la Sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario.
Esa indicación tajante se las informó Teresa Uriarte en una carta, con fecha del 17 de noviembre pasado, antes de que la historiadora dejara la dirección de la Coordinación de Difusión Cultural de la UNAM, lo cual sucedió en los primeros días de diciembre.
La coreógrafa y bailarina Gloria Contreras creó en 1970 la compañía de danza Taller Coreográfico de la UNAM (TCUNAM), y en 1974 fundó el STCUNAM, “porque el público, la mayoría profesores, estudiantes y trabajadores universitarios que asistía a las funciones del taller en el Teatro Carlos Lazo de la Facultad de Arquitectura, quería ser parte del fenómeno dancístico”, recuerda en entrevista Gregorio Luke, hijo de la Premio Nacional de Ciencias y Artes 2005 en el área de Bellas Artes.
Cuenta que entonces las autoridades universitarias accedieron a que se usaran esos espacios para los cursos del seminario, sin que la Máxima Casa de Estudios asumiera el pago de los profesores o algún otro costo, por lo que se acordó, resalta Gregorio, que se creara una asociación civil sin fines de lucro para la administración de los recursos del STCUNAM, obtenidos con las cuotas de los estudiantes.
“Estos recursos han servido para el pago de los profesores y para apoyar a la compañía de danza, el taller”, enfatiza el también conferencista.
Enseguida, preocupado, enuncia:
“Me parece injusto que los estudiantes y maestros del seminario ya no puedan usar esos salones, porque fueron creados para la danza, y de esos cinco salones dos los hicieron por mi madre cuando recibió el Premio Universidad Nacional en el área de Creación Artística y Extensión de la Cultura en 1995. El entonces rector José Sarukhán le preguntó qué podía hacer por ella, y le solicitó la construcción de dos salones más.
“Los pisos son especiales. La escuela los ha usado de manera ejemplar. Son las instalaciones más limpias de la universidad, se compra el papel para los sanitarios, en fin. Ojalá y haya una reflexión sobre la situación.”
Su hermana, Lorena Luke, señala a Proceso que la decisión de no permitir a los alumnos del seminario usar los salones, “fue tomada por las autoridades anteriores de la Coordinación de Difusión Cultural”:
“Tenemos esperanza en que el nuevo coordinador, el escritor Jorge Volpi, permita que el seminario continúe operando de manera normal, como lo ha hecho desde hace 42 años.”

La desacreditación

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Gloria Contreras falleció el 25 de noviembre del 2015 y se le rindió un homenaje de cuerpo presente en la Sala Covarrubias. Ahí Gregorio, acompañado de su hermana Lorena, pidió que para dirigir el Taller Coreográfico “no se traiga a una persona de afuera”, y “ojalá que se consoliden las personas que ya están en la cabeza, y que logremos por primera vez en la historia de México la continuidad de un proyecto cultural”.
Nueve meses después, el pasado 25 de agosto, en una conferencia de prensa Uriarte mencionó la restructuración del TCUNAM. Ángel Rosas y Alejandra Llorente fueron nombrados director artístico y responsable de la producción escénica, respectivamente. Además, presentó el nuevo diseño de imagen del taller y anunció que en el 2017 comenzarán las actividades de la Cátedra Extraordinaria Gloria Contreras “como espacio de transmisión de conocimientos, discusión y análisis para favorecer la excelencia en la danza”.
Informó que organizarían audiciones para que ingresara un nuevo bailarín al taller, que una nueva sala de danza se nombraría Gloria Contreras –ubicada en el Colegio de Ciencias y Humanidades Oriente–, y que el Teatro Arquitecto Carlo Lazo, donde se presenta la compañía de danza, sería remodelado.
La cátedra convocará a especialistas nacionales e internacionales para participar en cursos, talleres, seminarios, conferencias, clases magistrales, exposiciones y ensayos abiertos. Además anunció que la Medalla Gloria Contreras se entregaba en septiembre a la maestra Nellie Happee.
Pero ahí mismo la funcionaria reprobó que una asociación civil operara el seminario y no reportara sus ganancias a la Casa de Estudios, describió al STCUNAM como un “coto” y “una zona de penumbra”, y declaró (diario Reforma, 31 de octubre) que reconocía como legado de Gloria Conteras al Taller Coreográfico, pero no las clases impartidas en el Seminario.
Acentuó, categórica:
“Las clases de ballet no son el legado de Contreras: es un privilegio que tuvo la maestra y que estamos tratando de inscribir en la normatividad.”

En busca de diálogo

El 13 de octubre los estudiantes, padres de familia y maestros del STCUNAM marcharon dentro de Ciudad Universitaria “para pedir alto a los agravios”. El 3 de noviembre, los profesores del seminario le enviaron una carta al rector Enrique Graue, donde le piden dialogar acerca del futuro de la escuela creada por Gloria Contreras y cómo será la relación laboral con los docentes. Les respondió el director general de Asuntos Jurídicos de la universidad Raúl Arcenio Aguilar Tamayo con otra carta, publicada el 18 de noviembre en la página de la Dirección General de Comunicación Social.
Primero aclara que “esta casa de estudios valora el legado artístico de la maestra Gloria Contreras”, por lo que apoya el trabajo del Taller Coreográfico de la UNAM, pero en cuanto al seminario “cabe señalar que éste funcionó con base en un convenio de colaboración celebrado entre la Universidad Nacional Autónoma de México y la persona moral Seminario del Taller Coreográfico Universitario, Asociación Civil. Con base en este convenio, la Asociación Civil utilizó las instalaciones universitarias para impartir diversos cursos de danza y contrología”.
Después se lee:
“Tal como ustedes mencionan en su carta, fue la persona moral Seminario del Taller Coreográfico Universitario, A.C., quien los contrató para los fines de dicha Asociación Civil.
“En virtud de lo anterior, la UNAM no cuenta con los medios ni con las facultades para garantizar los derechos laborales derivados de su relación con dicha Asociación Civil.”
Así, la misiva finaliza:
“La UNAM está en la mejor disposición de abrir, en el futuro cercano, un centro de extensión universitaria para actividades de iniciación artística, en donde se contempla la impartición de cursos de danza. El proyecto se dará a conocer a la comunidad universitaria en cuanto esté definido.
“Les solicitamos se mantengan en contacto con la Universidad para que, en su debido momento, puedan postularse como posibles candidatos a la docencia de dicho centro de extensión universitaria.”
Pacheco opina que “por supuesto que la UNAM si tiene obligaciones con el STCUNAM ya que realizó un convenio con una asociación civil. Lo que más les preocupa es que los maestros exijamos derechos laborales. La UNAM despidió al fotógrafo con diez años en el taller y además decidieron modificar el logotipo y no aparece el nombre de Gloria Contreras. Y nadie nos recibe para dialogar, a lo cual estamos dispuestos.”