Después de acuerdo de defensa misílistica , algunas puertas se cierran para estrellas surcoreanas

Amy Qin informó desde Beijing, y Choe Sang-Hun desde Seúl, Corea del Sur. Yufan Huang contribuyó con una investigación.

© 2016 New York Times News Service

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BEIJING – ¿Se ha vuelto K-pop una de las primeras víctimas de un rompimiento reciente de las relaciones entre China y Corea del Sur?

Cuando Corea del Sur enfureció a China el mes pasado al acceder a permitir un sistema estadounidense de defensa antimisiles en su suelo, hubo mucha especulación de que Beijing aplicaría represalias económicas. Ahora han surgido señales de que China está apuntando a algunas de las exportaciones más coloridas del Sur: su marca de música popular, conocida como K-pop, y sus popularísimos programas de televisión.

La cultura popular de Corea del Sur goza de enorme popularidad en China, que en años recientes se ha convertido en el mayor mercado de exportación para la industria de entretenimiento surcoreana. Pero, durante la pasada semana, varios eventos en China que presentaron música y estrellas de televisión fueron pospuestos, y esas cancelaciones han causado nerviosismo en ambos países y causado la baja de precios accionarios de algunas de las principales empresas surcoreanas de entretenimiento.

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Las cancelaciones pudieran haber sido pura coincidencia, pero varios empleados en empresas de medios surcoreanas y chinas, quienes solicitaron el anonimato porque temían poner en peligro negocios más adelante, expresaron inquietudes de que había habido presión oficial para posponer algunos proyectos surcoreanos.

Un evento para seguidores en Beijing con las estrellas surcoreanas Kim Woo-bin y Suzy Bae, de la serie de televisión “Uncontrollably Fond”, fue suspendido la semana pasada luego que el anfitrión chino, la empresa de video Youku, recibiera el aviso de la dependencia de policía en Beijing sugiriendo que demorara el evento, con base en un empleado de Youku.

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En una declaración publicada en su cuenta oficial de microblog este miércoles, la empresa anunció la posposición del evento, mismo que estaba programado para el sábado, aduciendo “fuerzas más allá de nuestro control”.

Otras cancelaciones han incluido dos conciertos de la popular banda de jóvenes surcoreanos EXO, que iban a celebrarse en Shanghái este mes. Esas cancelaciones fueron confirmadas por un empleado en el sitio en línea de boletaje en Shanghái, fcpiao.com. Dos fuentes en la industria del entretenimiento chino también dijeron que se habían pospuesto algunos proyectos de televisión china-surcoreana.

Kim Hyong-woo, uno de los portavoces de JYP Entertainment, una de las empresas surcoreanas cuyos precios accionarios han sufrido, dijo que no tenía “nada que decir con la excepción que estamos observando la situación”. Otras agencias ofrecieron comentarios similares, intercalando cautela y nerviosismo.

Otras figuras en la industria surcoreana del entretenimiento notaron que las cancelaciones de eventos no son inusuales en China. Además, grandes estrellas del K-pop como Psy y Rain no han informado de alteraciones en sus programaciones en el país.

En China, algunas personas en la industria del entretenimiento dijeron que las empresas pudieran estar actuando preventivamente para evitar pisar lo que se ha convertido en un campo político minado.

No sería la primera vez que entretenedores coreanos hayan sido las víctimas de tensiones regionales.

En 2012, el presidente surcoreano en ese momento, Lee Myung-bak, visitó isletas al centro de una disputa territorial con Japón. A medida que fue creciendo el sentir contrario a Corea del Sur, lo que fueron alguna vez dramas de TV surcoreanos sumamente populares y bandas de chicos y chicas fueron desterrados abruptamente de canales japonesas de transmisiones.

Oficiales del gobierno surcoreanos están observando atentamente los sucesos en China.

“Estamos analizando la situación desde diferentes ángulos con respecto a si esto tiene algo que ver con el despliegue de THAAD, y responderemos en conformidad”, dijo Cho June-hyuck, portavoz de la Cancillería. THAAD es el acrónimo en inglés de Área de Defensa de Alta Altitud Terminal, el sistema antimisiles de Estados Unidos.

El nerviosismo en Corea del Sur puso de relieve la posición cada vez más incómoda en la que Seúl termina con frecuencia entre China, su mayor socio comercial, y Estados Unidos, tradicionalmente su aliado militar.

Con el paso de las décadas, la economía surcoreana, impulsada por exportaciones, ha llegado a depender del comercio con China. Si bien surcoreanos y sus legisladores han dado la bienvenida a las relaciones comerciales como una bonanza económica, han expresado también inquietudes de que China pudiera explotar la dependencia creciente de su país como influencia política para crear división entre Seúl y Washington.

La Cancillería de China no respondió a solicitudes por fax para comentar sobre las cancelaciones de K-pop. Sin embargo, sí respondió a la noticia de la semana pasada en el sentido que había sido revocada la licencia de una agencia de visado que atiende a empresarios surcoreanos que solicitan múltiples visas de entrada a China.

En una declaración por fax, el ministerio escribió que la política de visado no había cambiado.

“China confiere gran importancia a facilitar los intercambios personales entre China y Corea del Sur, y seguirá proporcionando medidas convenientes para nacionales surcoreanos que visiten China”, leía.

Los medios de comunicación del estado chino han incrementado sus críticas a Corea del Sur durante la última semana, publicando diversos comentarios que atacan los planes para desplegar el THAAD.

Corea del Sur insiste en que el despliegue del THAAD, en Seongju en el sur de Corea del Sur, tenía el propósito de proteger a Corea del Sur y fuerzas estadounidenses en la región de las crecientes amenazas de misiles por parte de Corea del Norte.

Sin embargo, China dice que el despliegue forma parte del plan de Washington para incluir a Corea del Sur en un sistema de defensa antimisiles enfocado a socavar la seguridad china y rusa.

Algunos medios informativos de China incluso han dicho que una prohibición gubernamental en contra de entretenedores surcoreanos gozaría de apoyo generalizado en China.

“Un sondeo reciente arrojó que más de cuatro quintos de la población china apoyaría la prohibición sobre la aparición de artistas del entretenimiento de Corea del Sur en programas chinos de TV, si el gobierno así lo hace”, escribió Xinhua, la agencia de noticias del estado. “Esto refleja que los chinos anteponen el amor hacia su país natal a la popularidad de estrellas del entretenimiento”.

Si Corea del Sur persiste en su decisión de desplegar el sistema antimisiles, el “fracaso de la Ola Coreana en China será inevitable”, escribió el Global Times, respaldado por el estado, en un editorial publicado el jueves pasado.

“Incluso sin órdenes oficiales del gobierno, esas asediadas estaciones de televisión surcoreanas se ahogarán en la saliva de comentaristas en línea”, agregaba el editorial.

También la semana pasada, la empresa estadounidense de calzado K-Swiss se volvió objeto de críticas por una publicidad en video que mostraba a un actor surcoreano, Park Bo-gum, golpeando a una persona llamada “Gran Muralla de China” en el juego de mesa Go.

Después de retirar el video, la empresa dijo a través del servicio de microblogs Weibo: “En relación con cuestiones relacionadas con un reciente video de K-Swiss, altos gerentes en K-Swiss China están tomando medidas urgentes para revisar y encontrarle solución al problema”.

“Esto es pura provocación”, escribió un usuario en línea, respondiendo a la declaración. “De ahora en adelante, solo admiraré a estrellas que respeten a China”.

“Sal de China y ve a comer tu kimchi”, escribió otro.

Amy Qin and Choe Sang Hun
© The New York Times 2016