Después de conocer la historia de lo que fue el inicio del ferrocarril de la vía corta Tijuana-Tecate, ¿qué futuro le depara al llamado tren imposible de John D. Spreckels?
“El desarrollo económico industrial-comercial que se logre es para ambas regiones. El beneficio es mutuo. La región de California necesita de esta infraestructura, requiere de este transporte ferroviario por el desarrollo que tiene esta región de Baja California. Aquí el desarrollo de la industria maquiladora es grande y le falta mucho por crecer”, señaló el director general del ferrocarril Tijuana-Tecate, Roberto Romandía.
“La adquisición de la línea del desierto por parte de Baja Rail es la garantía de que la llamada Línea Ferroviaria Binacional será un hecho, y que será un detonante para el desarrollo industrial y económico, además de atraer oportunidades de inversión industrial para Baja California.
“Es un reto muy fuerte, muy grande. Sin embargo, nos sentimos con la capacidad para poder asumir ese reto con la responsabilidad que se requiere y, sobre todo, con la experiencia. No vamos solos en este proyecto, vamos acompañados de una gran institución como los es el Sistema Metropolitano de Transporte de San Diego (MTS por su siglas en inglés) en la parte americana, que es quien se dedica a regular y vigilar todo lo que sucede en las vías, sobre todo en la parte técnica. En ese sentidos nos sentimos muy favorecidos, ya que hemos venido trabajando en conjunto” aseguró Romandía.
La comunidad empresarial recibe al ferrocarril
Para la comunidad empresarial la salida de mercancía por ferrocarril es el detonador que se esperaba para garantizar la llegada de nuevas inversiones al estado
Marcelo Hinojosa, presidente de la Cámara de la Industria de la Transformación, aseguró que la llegada del servicio del ferrocarril vendrá a darle una dimensión adicional a la región para hacerla mucho mas atractiva a los inversionistas.
Por su parte, el nuevo presidente de Consejo Coordinador Empresarial, Kurt Honold, aseguró que buscarán apoyar a la empresa ferroviaria para que el proyecto tenga la inmediatez que requieren las empresas ya instaladas en la región, y para que se sume a las virtudes que se tienen para los nuevos inversionistas.
Trabajo faltante
Pero antes de que pite el ferrocarril en los 112 kilómetros de la llamada ‘Línea del Desierto’, se tendrá que trabajar en los 56 puentes y los 17 túneles que la conforman.
“Nosotros estamos estimando, en base a la ruta que hemos ido trabajando con las autoridades federales norteamericanas, que podemos terminar la obra para diciembre del 2018. Trabajaremos distintos objetivos simultáneamente: comenzaremos con los puentes, y ya después, túneles y vías directas” añadió Roberto Romandía.
El sueño de John D. Spreckols de lograr la salida de mercancía hacia el este de la Unión Americana parece que llegará a cristalizarse después de más de 100 años de espera; pero, en vez de potenciar industrialmente el Puerto de San Diego, la región norte de Baja California será la que capitalice el gran sueño de un visionario del siglo XX.
