Diseñadora refugiada proyecta luz sobre asuntos mundiales

NUEVA YORK ⎯ En el verano de 2014, un astronauta alemán en la Estación Espacial Internacional publicó una imagen en su cuenta de Twitter con el texto: “Mi foto más triste hasta el momento”. Mostraba las luces de la Franja de Gaza desde arriba; lo que el astronauta vio pero la toma estática no captó eran cohetes que volaban sobre la zona en medio de la guerra de 50 días de la región entre Israel y Palestina.
En Tierra, al menos una persona se sintió instantáneamente cautivada.
“De inmediato la descargué y la imprimí”, dijo Céline Semaan, una diseñadora libanesa y fundadora de Slow Factory, una compañía de moda de Brooklyn que empezó en 2012 con el objetivo de crear y vender productos que concientizaran sobre temas como la situación de los refugiados o la amenaza del calentamiento global. Eventualmente, Semaan imprimió la imagen en pañoletas de seda para una colección llamada “Ciudades de Noche”.
El actual clima político ha ofrecido mucho material para sus desafíos creativos.
Esta primavera, Semaan, quien llegó como refugiada a Canadá con sus padres a fines de los años 80, añadirá pañoletas con imágenes de ciudades en Irán, Irak, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen ⎯ los siete países que el presidente Donald Trump mencionó en su prohibición de inmigración original en enero ⎯ a la serie. Siguen a un artículo más mundano: un sencillo y elegante collar de latón con un dije en forma de llave bañado en oro blanco, hecho por artesanos armenios en Líbano, que simboliza las casas que los refugiados dejan atrás.
Con las llaves y el catálogo que les acompaña, que muestra a refugiados, hijos de refugiados y activistas de varios campos creativos, Semaan busca hacer destacar las luchas y los triunfos de los aproximadamente 65 millones de personas dispersas en el mundo cuyo tratamiento ha sido recientemente un tema de disputa en Estados Unidos y en el extranjero.
“Soy una historia de éxito”, dijo Semaan. “Logré el éxito en Estados Unidos. Hay muchas personas como nosotros que no están representadas en los medios”.
Como con todos los productos de Slow Factory, una parte de las ganancias por las ventas del collar ha sido destinada a obras de caridad. En este caso, 10 por ciento irá a programas de capacitación laboral operados por American Near East Refugee Aid, o ANERA, que ofrece ayuda humanitaria a palestinos y familias pobres en Gaza, Cisjordania y Líbano.
ANERA ha colaborado con Slow Factory desde que Semaan creó originalmente las pañoletas Gaza de Noche en 2014. “Recaudamos suficiente dinero para construir una escuela en Gaza”, afirmó.
Añadió que ANERA también usaba los fondos para suministrar a las mujeres en Gaza los llamados estuches de dignidad, que contienen pañoletas, ropa interior, jabón y productos de higiene femenina. Le han seguido otros proyectos que se enfocan en el medio ambiente, en el espacio exterior y en las mujeres en las ciencias.
Semaan, una diseñadora de experiencia del usuario, directora creativa y reconocida como Miembro del Director del Laboratorio de Medios del MIT en 2016, aborda la manufactura con la mentalidad de un ingeniero, buscando los materiales con grupos como Thread International, que produce telas a partir de botellas de plástico recicladas recolectadas por trabajadores en Haití y Honduras; usando impresoras de cero desperdicio; y creando una colección a partir de playeras de tiendas de segunda mano.
“Hago mucha investigación”, dijo. “Diseñar para las personas es inevitablemente diseñar para nuestro planeta. Cuando usamos materiales que dañan a nuestro planeta, no nos estamos haciendo ningún favor”.
Semaan considera la llave como un símbolo universal. “Vi a muchas abuelas palestinas llevar las llaves colgadas al cuello en Líbano”, dijo. “Cuando llegué a Estados Unidos, descubrí Tiffany y fue como decir: ‘Oh, la gente usa las llaves al cuello aquí también’. Incluso DJ Khaled tiene una llave en su Snapchat”.
Ahmed Shihab-Eldin, corresponsal de AJ Plus, parte de la Cadena de Medios Al-Jazeera, incluido en el catálogo de la colección de llaves, se sintió atraído al proyecto pese a tener poco interés en el mundo de la moda.
Shihab-Eldin explicó que aun cuando había visitado campamentos de refugiados en Líbano como reportero, se había sentido limitado en su capacidad para ayudar a aquellos cuyas historias él contaba. “Esto me hace sentir conectado con ellos”, dijo.
Hala Abdul Malak, quien da clases en la Escuela Parsons de Diseño y también modeló para Slow Factory, dijo que veía artículos como las llaves como una forma de provocar conversaciones sobre la diseminación y la apropiación de la cultura.
“Todos se expresan de una forma u otra a través de lo que visten”, dijo. “Es fácil tender puentes sobre las fronteras a través de la ropa y la moda”.
Y aunque es fácil pasar por alto la adaptación de esos temas a productos comerciales, una insistencia en el contexto es parte de la misión de Semaan.
“Céline sabe lo que es ser refugiado”, dijo Maggie Forster Schmitz, vicepresidenta de filantropía en ANERA. “Es genuina en su interés por ayudar a los refugiados y a las comunidades marginadas en Medio Oriente”.

Valeriya Safronova
© 2017 New York Times News Service