TIJUANA, Baja California.- La violencia que azota a la ciudad de Tijuana tiene varias explicaciones y entre estas una que tiene mayor peso es la abundancia de droga en el mercado es el cristal, que la consume el 85% de los adictos que han crecido de manera importante en los últimos años. Y en la actualidad esta droga ya no se produce de manera casera sino industrial, lo cual incrementa la guerra para su obtención a costa de muerte, indica el director de Centro Binacional de Derechos Humanos, Víctor Clark Alfaro.
“Sin embargo esa droga en los mediados de los 90´s, 94, 95 que es cuando se introdujo al mercado regional por parte del cártel que en ese momento controlaba la región, esa droga se producía en la ciudad de Tijuana en laboratorios caseros con cocineros muchas veces con poca preparación que otros más preparados, por eso era que en esos años no era raro que explotaran los mimos laboratorios porque los cocineros todavía no tenían la suficiente habilidad (…) Hoy se produce de manera industrial con una nueva generación de cocineros que algunos tienen preparación académica o universitaria, hoy es una nueva generación”, señala.
Esto significa que los precursores llegan a que se produzca el cristal y se introduzca al mercado regional y esto es lo que está en disputa, parece que la estrategia de combate al crimen organizado no va en contra de los laboratorios de droga sino del vendedor callejero o consumidor final y no se puede controlar.
“Estamos frente a una autoridad desfasada, inmiscuida en algunas ocasiones, un mercado que genera muchos recursos, en el que la autoridad es también parte beneficiaria porque se genera mucho dinero, entonces estamos frente a un escenario donde no se ve una solución”, dijo.
Agregó que la estrategia entre los órdenes municipal, estatal y el apoyo de la gendarmería no funciona debido a los intereses que se mezclan.
“La infiltración de los cuerpos policiacos, el dinero que se mueve y el combate no va a laboratorios sino está centrado en otra parte, entonces todos estos elementos da como resultado una violencia desbordada que el estado no ha podido controlar, es una estrategia fallida a final de cuentas (…) Y el estado siempre tiene la misma respuesta, estamos reforzando la estrategia, estamos reforzando y estamos coordinándonos, esa es la respuesta del estado pero los resultados no se ven”, enfatizó.
