La última declaración de Kim Jong-un, que señala una pausa en la guerra de palabras de Pyongyang con Washington, ha dado a los EEUU una ventana de unos días para negociar una manera de desactivar un peligroso enfrentamiento, dijeron expertos el martes.
Muchos observadores de larga data del régimen norcoreano expresaron su preocupación de que EEUU pudiera interpretar mal el mensaje que envió el lunes cuando Kim dijo que “miraría un poco más” cómo actuaron los EEUU en la región antes de decidir si seguir adelante con un plan para Lanzar misiles sobre Japón dirigidos a los mares alrededor del territorio estadounidense de Guam.
En algunos de los medios de comunicación estadounidenses, esa declaración fue retratada como una retirada del plan de Guam ante las amenazas de una fuerza de represalia abrumadora de Donald Trump y el secretario de Defensa estadounidense James Mattis.
Ésa sería la manera incorrecta de leer las muestras, dijo Vipin Narang, profesor asociado en el instituto de Massachusetts de la tecnología que se especializa en estrategia nuclear.
“Creo que la gente no está leyendo la declaración”, dijo Narang. “Esto literalmente restaura la amenaza y deja espacio para algunos quid pro quo y espacio para la negociación.
“Pero la amenaza continúa. No es que haya sacado la amenaza de la mesa. Si EEUU hace algo que ve como provocativo, ha revisado el plan y ahora está preparado para ejecutarlo “, agregó Narang.
El servicio de noticias del estado de Corea del Norte KCNA informó la visita de Kim el lunes a las fuerzas de misiles del Ejército Popular de Corea en la que revisó el plan de disparar cuatro misiles de rango intermedio sobre Japón para aterrizar en las aguas de 30 a 40 kilómetros de Guam.
Mattis ha dicho que EEUU derribará cualquier misil que se dirija directamente a Guam, pero dijo que depende de Trump decidir cómo responder si aterrizan en el océano cerca de la isla como Pyongyang ha amenazado.
Con información de The Guardian
