El secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, aprovechó una visita a un monumento de guerra italiano este lunes para declarar que Estados Unidos se enfrentaría a los agresores que ataquen a civiles, mientras se estaban preparando los preparativos en Lucca para una reunión de ministros de Relaciones Exteriores del G7, que se espera sea dominada por el supuesto ataque químico en Siria.
Tillerson viajó a Sant’Anna di Stazzema, la aldea toscana donde los nazis masacraron a más de 500 civiles, y aludió al ataque con misiles contra Siria mientras ponía una corona de flores. “Nos re-dedicamos hoy a tener en cuenta a todos los que cometen crímenes contra los inocentes en cualquier parte del mundo”, dijo en una breve declaración. “Este lugar servirá de inspiración para todos nosotros”.
En medio del aumento de las tensiones entre occidente y Rusia sobre Siria, Tillerson golpeó una nota dura durante el fin de semana, diciéndole a la CBS que los rusos habían “fracasado en su compromiso con la comunidad internacional”, no impidiendo al régimen sirio llevar a cabo el ataque a un rebelde En la ciudad de Idlib.
Dijo que no había pruebas de que Rusia estuviera implicada en el ataque, pero argumentó que había acordado “ser el garante de la destrucción de los arsenales de armas químicas de Siria” y que “el resultado de su fracaso ha llevado al asesinato de más niños e inocentes “.
El encuentro en la ciudad italiana de Lucca reúne a ministros de Relaciones Exteriores de Estados Unidos y Gran Bretaña, Canadá, Francia, Alemania, Italia y Japón. Tillerson se reunió con su homólogo británico, Boris Johnson, para las conversaciones bilaterales antes de la reunión completa del G7.
