El 75% de carros robados son “chocolates”

Tijuana, BC.- El 75 por ciento de los   carros robados son “chocolates” y los indicios apuntan a bandas dedicadas a este tipo de delito y que destinan esas unidades para la venta de partes o del metal completo a las recicladoras informó el subprocurador de Justicia de Baja California en esta frontera, Jorge Alvarez Mendoza.

En entrevista, el funcionario precisó que la mayor parte de estos carros no cuentan con llaves especiales por lo que son más fáciles de robar y si el vehículo es anterior al año 2000, las partes no están seriadas por lo que resultan más fáciles de vender.

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“Les roban el estereo, les roban las llantas, y se venden las partes que no están seriadas” agregó el representante de la Procuraduría General de Justicia del estado.

Por lo anterior, recomendó a los propietarios de vehículos con estas características  no portar documentos originales dentro de dichos vehículos ya que al momento de ser robados pueden perderse.

Cuando se trata de unidades de modelos más recientes, se vende el vehículo en calidad de metal y algunos de los autos más nuevos son robados mediante despojo a mano armada ya que cuentan con alarmas y llaves especiales que impiden un robo sin violencia

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Alvarez Mendoza agregó que la aprehensión de algunas personas en posesión de carros robados ha llevado a un sensible descenso de  este delito,   lo que refleja que se trataba de integrantes de bandas  de delincuentes.

De poco más de mil vehículos robados mensualmente desde inicios de 2017, en junio pasado la cifra se redujo a unos 850 lo que refleja que este delito ha disminuido paulatinamente con la aprehensión de personas clave.

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Y si bien el robo de vehículo no es considerado delito grave dentro del catálogo de delitos del Nuevo Sistema de Justicia Penal, el Ministerio Público tiene facultades para solicitar al juez  la prisión preventiva para aquellas personas que reiteradamente han incurrido en la comisión de estas actividades.

Por su parte, el bogado fiscalista Adolfo Solís Farías indicó que los carros robados y “operados”  para cambiarles la serie, son vendidos a través de redes sociales, revistas como Auto Trader y otros canales.

El problema de los vehículos irregulares en nuestra frontera es de grueso calibre ya que por una parte se castiga a los propietarios con operativos y decomisos, pero por la otra, se da manga ancha a funcionarios, jueces y otros implicados en la venta de amparos que encarecen las importaciones, y a quienes nunca se encarceló.

Ahora, el gobierno federal debe elegir entre el interés ciudadano y las presiones de la industria automotriz, a la cual se pretende servir al decomisar autos que pasaron por la aduana mediante sobornos y otras irregularidades.

Con información de Juan Arturo Salinas