En medio de la incertidumbre en la que ha caído México en las últimas semanas a este ambiente se suma una alerta que “inquieta” a una parte del sector empresarial.
La actividad industrial ha detenido su crecimiento. El Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) reportó que en su variación anual, de enero a noviembre de 2016, la producción industrial del país promedió un 0% de avance.
Para la Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos (Concamin) “el perfil de la actividad industrial presenta resultados inquietantes en materia de producción, costos y exportaciones”.
A lo anterior se le suma que “la presión de (Donald) Trump (presidente electo de Estados Unidos) ya se ha dejado sentir en las decisiones de varias empresas norteamericanas, principalmente del sector automotriz (sic) y de las manufacturas en general”, refirió en un análisis el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC).
Para Citibanamex, según su Nota Oportuna de la producción industrial, existen factores que han incrementado la incertidumbre sobre el devenir de la industria pero sólo en el corto plazo.
El análisis del banco destacó que hacia un plazo más extendido la actividad industrial mexicana responderá positivamente ante la recuperación de su par en Estados Unidos sobre las exportaciones de México.
Las cifras inquietantes que observaron los industriales se basan en que 13 de las 29 especialidades que integran al sector industrial mexicano cerraron los primeros 11 meses del año pasado con caídas en sus niveles de producción.
Entre ellos, extracción de petróleo y gas; minería de minerales metálicos y no metálicos, excepto petróleo y gas; servicios relacionados con la minería; construcción de obras de ingeniería civil; fabricación de insumos textiles y acabado de textiles; fabricación de prendas de vestir; curtido y acabado de cuero y piel, y fabricación de productos de cuero, piel y materiales sucedáneos; industria de la madera;
Además de la impresión e industrias conexas; fabricación de productos derivados del petróleo y del carbón; industria química; fabricación de industria de transporte; fabricación de muebles, colchones y persianas.
A lo anterior se suma que durante el año pasado los costos de la industria manufacturera, medidos a través de los precios al productor, se acrecentaron 11.2%; es decir, casi tres veces por encima del aumento en los precios al consumidor.
Sin embargo, dentro del mismo Índice Nacional de Precios al Productor (INPP) se revela que ocho especialidades industriales presentaron incrementos de dos dígitos en sus costos de producción: industrias metálicas básicas, 25.1%; fabricación de productos derivados del petróleo y del carbón, 16.4%; equipo de computación 15.9%; comunicación y accesorios electrónicos 15.5%; industria química 15.5%; fabricación de maquinaria y equipo 13%; fabricación de equipo de transporte 11.4%; fabricación de productos metálicos 10.2%; producción de accesorios, aparatos eléctricos y equipo de generación de energía eléctrica 10.1 por ciento.
Aunado a lo ya mencionado, las exportaciones del sector industrial siguen a la baja: en el periodo de enero a noviembre de 2016 retrocedieron 1.7% respecto al mismo lapso del año anterior.
Por lo anterior, “el paradigma debe cambiar, durante los últimos 30 años México optó por facilitar la llegada de inversión extranjera directa, particularmente de la norteamericana. En muchas ocasiones el fomento a la inversión nacional fue relegado a un segundo plano”, según IDIC.
Ante dicho escenario México debe preparar un nuevo programa de desarrollo económico, que fortalezca su industria y con ello el crecimiento”, enfatizó.
