CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Patéticos humanos: en la presente, servidora les proporciona nueva información que confirma lo que asenté en anterior misiva, que esa su globalidad en la que se mueven es una sociedad enferma, pues está basada en una pervertida y pervertidora relación sadomasoquista.
Si, anteriormente servidora se valió de refranes para afirmar tal juicio, en esta recurro a ciencias sociales (antropología, arqueología, economía, ecología y psicología social, etcétera), todas las cuales de una manera o de otra y en diversos grados admiten la teoría expuesta en la obra “Ensayo sobre el principio de la población”, publicada en 1798 por el inglés Thomas Malthus.
Ésta afirma que la mayoría de los problemas que trastornan, angustian y hasta desbaratan sus vidas se debe ya, como especie, a que son demasiados sobre el planeta Tierra… por seguir al pie de la letra el mandato divino de “crezcan y multiplíquense”…
Y también por concentrarse en esos puntos que son las ciudades, los asentamientos urbanos; eso es lo que los enferma mayormente, como lo han demostrado los experimentos llevados a cabo en laboratorios con ratas y otros animales, que han revelado que la multiplicación de seres de la misma especie en espacios reducidos, da un aumento en la agresión entre ellos y diversos grados de esquizofrenia, con la anomia, tanto individual como de grupo, la ambivalencia y la catatonia.
Por su parte el concepto de manada que tanto se menciona en ciertos programas de televisión y publicaciones afirma igualmente viejas teorías y tesis que van en la misma dirección, la de que su sociedad corrompe o enferma a los humanos que la integran, los convierte en sadomasoquistas, o con otras palabras en victimarios o víctimas, lo ignoren o a sabiendas.
Estudiosos de ese concepto aseguran que si bien hay muchas diferencias que separan a los humanos de los animales, debido a que la conducta de éstos está determinada principalmente por la fisiología y la biología; y la conducta de los humanos está determinada en gran medida por factores sociales y culturales, no faltan en ella los instintos, por lo que humanos y animales también tienen cosas en común.
Y sostienen que la manadas formadas por los primitivos humanos, sin las cuales les habría sido casi imposible sobrevivir en un mundo de animales más fuertes y veloces que ellos, favoreció el desarrollo del desinterés, de la amistad, de la confianza, del apoyo mutuo y, ante algunos casos, del auto sacrificio; tan necesarios para la defensa, la caza y la supervivencia del grupo… lo que en gran medida, de manera indirecta si se quiere… apoya la tesis del “buen salvaje” del J. J. Rouseau… sobre todo si se comparan esos grupos primitivos humanos con esa globalidad en la que se mueven, de fantásticos logros científicos y técnicos… y muchedumbres formadas por solitarios, en su mayoría neuróticos generados por la misma sociedad en que viven.
Hay otro concepto que suele usarse como sinónimo de manda: el de jauría… que servidora lo consideraría siniestro y trágico… si se toma su significado original… y se aplica al análisis de la actual sociedad global. Vean por qué lo digo.
Según el diccionario; primer significado: Conjunto de perros que cazan juntos. Segundo significado: Conjunto de perros dirigidos por un perrero que los emplea para la caza, ya sea la misma menor o mayor. Y tercer significado: conjunto de quienes persiguen con saña a una persona o a un grupo.
Como ya expresé en mi anterior misiva, la globalidad en la que se mueven no es el mejor de los mundos a pesar de sus defensores… que son los que la han conformado y la rigen… y sus privilegiados… o bien sus servidores o administradores… por lo general muy bien pagados…
Pero la realidad es que su globalidad en un mundo clasista, de ricos y pobres, en el que el poder y la riqueza se concentran cada vez más en menos manos, y en el que representantes de la élites del poder toman decisiones que a todos afectan… y no de la misma manera… como lo demuestra dicha concentración de poder y riqueza… y la mayoría, las masas, bien pueden votar una y otra vez por los mismos que los jodieron, los están jodiendo y descaradamente seguirán jodiéndolos, resignada, sin tan siquiera ejercer el llamado “voto de castigo”, con lo que la sociedad se rige por una relación de sadomasoquismo…
En esa sociedad, para los que se atreven a protestar y más si intentan cambiarla, existen leyes, instituciones (burocracia, policía, militares), encargados de impedirlo conforme a derecho y con apego a la ley y en caso extremo, el del peligro para los intereses de la élites del poder, entre éstos hay quienes no dudan en convertir en jaurías a jueces, policía, militares y salvapatrias, que con justificación de guardar la ley y el orden, atemorizan, reprimen, encarcelan, torturan e incluso desaparecen y asesinan a los que ven y consideran traidores, enemigos de la sagrada patria, como ocurrió con Francisco Franco en España, en Chile con Pinochet y en Argentina con la dictadura de los militares.
Ustedes patéticos humanos juzguen si estoy en lo cierto o no. Además pienso que su globalidad es las dos cosas: enfermiza y corruptora.
Con el sincero deseo de que me demuestren equivocada.
LA LECHUZA DE ATENEA
