Japón y Corea del Sur han condenado a Corea del Norte después de lanzar otro misil balístico, pero Estados Unidos se negó a ser arrastrado, con el secretario de Estado Rex Tillerson diciendo que el país “ha hablado lo suficiente sobre Corea del Norte”.
Japón lanzó una fuerte protesta por el “lanzamiento extremadamente problemático”, que aterrizó en aguas de la península coreana en vísperas de una cumbre entre líderes estadounidenses y chinos que se espera que se centre en el programa de armas nucleares de Pyongyang.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Corea del Sur dijo que “amenaza la paz y la seguridad de la comunidad internacional, así como de la península de Corea”.
Pero Tillerson respondió a la prueba con una enigmática declaración diciendo solamente: “Estados Unidos ha hablado lo suficiente sobre Corea del Norte. No tenemos más comentarios.
Unas horas antes, antes de que las noticias del nuevo lanzamiento de misiles salieran a la luz, un alto funcionario de la administración de Trump sugirió que el tiempo se estaba agotando para una solución diplomática.
“Nos habría encantado ver a Corea del Norte unirse a la comunidad de naciones”, dijo el funcionario. “Se les ha dado esa oportunidad a lo largo del curso en diferentes diálogos y ofertas en el curso de cuatro administraciones con algunos de los mejores diplomáticos y hombres de estado haciendo lo mejor que pudieron para lograr una resolución.
“El reloj se ha agotado y todas las opciones están en la mesa para nosotros”.
El misil fue lanzado el miércoles desde Sinpo, una ciudad portuaria en la costa este de Corea del Norte, y voló unos 60 kilómetros (37 millas), dijo la oficina de Corea del Sur de los jefes de personal conjunta en un breve comunicado. Sinpo es el sitio de una base submarina de Corea del Norte.
El lanzamiento se produce cuando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente de China, Xi Jinping, se preparen para una cumbre esta semana, en la que la presión sobre el Norte para que abandone el desarrollo de armas ocupará un lugar central.
Abraham Denmark, un alto funcionario de política de Asia en el Pentágono de Barack Obama, dijo que el lanzamiento de Corea del Norte fue una declaración de desafío antes de la reunión, en la que Corea del Norte encabezará la agenda. “Yo interpretaría el mensaje a los Estados Unidos y de China sobre Corea del Norte como un ‘vamos a seguir avanzando por este camino, y no se puede hacer nada al respecto’, dijo Dinamarca.
La reticencia de Tillerson contrasta con los recientes comentarios más agresivos de Trump sobre el programa de misiles nucleares y balísticos de Corea del Norte.
En una entrevista con Financial Times esta semana, Trump advirtió que Estados Unidos estaba preparado para emprender acciones unilaterales contra Pyongyang si China no presionaba a Corea del Norte para que abandonara su programa nuclear.
“Bueno, si China no va a resolver Corea del Norte, nosotros lo haremos”, dijo Trump. Cuando le preguntaron cómo se enfrentaría a Corea del Norte, dijo: “No voy a decírtelo. Ya sabes, no soy los Estados Unidos del pasado en donde decimos dónde vamos a golpear en el Medio Oriente “.
Agregó: “China tiene gran influencia sobre Corea del Norte. Y China decidirá ayudarnos con Corea del Norte, o no lo hará. Y si lo hacen, eso será muy bueno para China, y si no lo hacen, no será bueno para nadie “.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Corea del Norte criticó los comentarios de Trump y aseveró que los continuos ejercicios militares conjuntos de Corea del Sur y Estados Unidos que Pyongyang afirma que son un ensayo general para una invasión.
Las “acciones imprudentes” están impulsando la tensa situación en la península coreana “al borde de una guerra”, dijo un portavoz del ministerio citado por la agencia de noticias oficial KCNA. Dijo que la idea de que Estados Unidos podría privar a Pyongyang de su “disuasión nuclear” a través de las sanciones fue “el sueño más salvaje”.
