Estampa bucólica británica: Un programa de la BBC sobre la vida rural atrae a millones

FIRLE, Inglaterra ⎯ Con el canto de las aves en el aire y un débil sol invernal brillando en el jardín amurallado de una elegante casa campestre en el sur de Inglaterra, las cosas van bien para la cuadrilla de filmación de “Countryfile”, un programa de la televisión británica que se enfoca en temas rurales.
Pero cuando el anfitrión, John Craven, empieza a hablar, un avión pasa sobrevolando y la filmación se tiene que detener, un patrón que se repetiría posteriormente cuando los procedimientos fueron interrumpidos por una camioneta de reparto, una sierra eléctrica, un generador eléctrico y disparos de escopeta.
Si el campo es, como dice Craven, “un lugar muy ruidoso” en ocasiones, también es uno que está cerca del corazón de los británicos, millones de los cuales ven el programa todos los domingos por la noche, 52 semanas al año, en la BBC.
“Countryfile” es habitualmente el programa basado en hechos más visto en Gran Bretaña, un logro en un país donde la batalla por los ratings televisivos produjo el año pasado un programa de citas en el cual los participantes aparecían desnudos.
Si hay algo atrevido en torno a “Countryfile”, quizá se le pueda describir como pornografía bucólica: tomas de colinas desnudas y ondulantes y profundos valles cubiertos de hierba.
“Casi más que en cualquier otro país en que pueda pensar, los británicos tenemos este tipo de actitud protectora hacia el campo”, dijo Craven, un veterano de “Countryfile”, durante un descanso de la filmación.
“No somos sus dueños ⎯ o la mayoría de nosotros no somos sus dueños ⎯, pero nos comportamos como si lo fuéramos”, añadió.
El propio Craven es un personaje improbable para representar a uno de los programas mejor valorados de Gran Bretaña. Tiene 76 años de edad y empezó su carrera transmitiendo en blanco y negro. En 1989, se unió a “Countryfile” después de 17 años de “John Craven’s Newsround”, un programa de noticias breves para niños, lo cual lo hace instantáneamente reconocible para generaciones de británicos.
Los otros presentadores de “Countryfile”, la mayoría de ellos treintañeros, crecieron viéndolo, dice, y añadió que él ha desmentido el mandamiento del mundo del espectáculo de evitar trabajar con niños y animales.
“He hecho eso toda mi vida”, dijo, y agregó que no tenía planes de retirarse.
Como muchos, Craven se sorprendió por el éxito de un programa alguna vez destinado principalmente a los granjeros. En 2009, los programadores apostaron a trasladarlo del horario matutino dominical al horario estelar de primera hora de la noche.
Al día siguiente del cambio, recuerda Craven, “el director me telefoneó alrededor de las 11 de la mañana del lunes y dijo: ‘No vas a creerlo, John, tuvimos siete millones de espectadores’. Todos estaban saltando en la oficina. Y así ha sido desde entonces”.
En una semana de febrero fue visto por 7.67 millones de personas, comparado con 7.25 millones para el mejor rating alcanzado por el popular drama “EastEnders” y 5.29 millones para el noticiero de las seis de la tarde en la BBC.
Los programas sobre el mundo natural, como “Planet Earth”, pueden ser los grandes éxitos aquí, y el afecto por la vida rural se refleja en el bucólico escenario de la radionovela más tiempo transmitida de Gran Bretaña, “The Archers”.
La audiencia de “Countryfile” se divide aproximadamente a la mitad entre televidentes urbanos y rurales, e incluye (según asegura Craven) a miembros de la familia real de Gran Bretaña.
“Countryfile” se enorgullece de la calidad de la filmación y cómo aborda aspectos difíciles de la vida rural, como la demencia y la violencia doméstica, y tiene su propio estilo y ritmo distintivo.
“Mucha televisión se hace con los ratings en mente”, dijo Nick Small, uno de los directores del programa. “Ahí es quizá donde se equivocan, en lo que a mí concierne”.
Los espectadores del programa rara vez experimentan un disparo de adrenalina mientras se arrellanan en el sofá los domingos en la noche. “Es lento, es cómodo”, dijo Small. “Nunca alguien dirá: ‘¿John saldrá vivo de esta situación?’”
La filmación que yo visité en febrero ilustró los temas diversos cubiertos por el programa. Craven estaba en Charleston House aquí en Firle, la cual se convirtió en la casa campestre de los artistas Vanessa Bell y Duncan Grant.
La casa, que está decorada con la obra de ambos, ofreció un escape de Londres y del servicio militar para Grant, quien fue un objetor de conciencia durante la Primera Guerra Mundial.
La filmación de cada episodio tiene lugar unas dos semanas antes de su transmisión, y los productores dicen, con falsa modestia, que el programa se hace con una fracción del costo de otros competidores del horario estelar.
Pero la exposición inevitablemente atrae críticas. En 2015, The Daily Mail, un tabloide mediano, publicó un articulo del escritor Christopher Booker que afirmaba que “Countryfile” “petrifica, inyecta sentimentalismo y suaviza” la vida en el campo mientras “se alinea con los ‘ambientalistas’ y defensores de los derechos de los animales que dirigen a nuestros poderosos grupos de cabildeo ecológico”.
En contraste, The Daily Express, otro tabloide, destaca frecuentemente las ocasiones en que los espectadores se molestan por las imágenes de animales muertos o cualquier otra cosa vagamente polémica. Cuando un dibujo, hecho recientemente por una presentadora, Ellie Harrison, mostró accidentalmente una ligera semejanza con un falo, el Express tituló: “Fanáticos confundidos cuando Ellie Harrison dibuja un ‘pene’ en un programa familiar”.
Las afirmaciones de Booker fueron rechazadas por el director editorial de “Countryfile”, Bill Lyons, sin embargo, no quiere ser arrastrado hacia otra gran disputa que estalló cuando el programa se trasladó al horario estelar; lo cual fue antes de que el ocupara su actual puesto.
En 2011, un tribunal decidió que la BBC discriminó a una presentadora, Miriam O’Reilly, con base en su edad, cuando la retiró del programa.
Lyons se enorgullece del hecho de que en una época en que la televisión es vista cada vez a demanda, “Countryfile” es un elemento fijo de la vida nacional, atrayendo a un grupo de espectadores amplio y diverso. Los estudiantes confiesan en Twitter tener “este hábito culpable de ver ‘Countryfile’”, dijo Lyons.
Con su éxito establecido en Gran Bretaña, “Countryfile” está ahora más fácilmente disponible para los espectadores en Estados Unidos como parte de un servicio de televisión por suscripción llamado BritBox, una colaboración entre la BBC y su competidor comercial, ITV.
Lyons lo ve, sin embargo, como un programa británico por excelencia. “Conozco Norteamérica bastante bien, y su paisaje es maravilloso, pero continúa interminablemente; particularmente cuando se conduce a través del Medio Oeste o Texas”, dijo.
Añadió: “Mientras que en Gran Bretaña cambia perceptiblemente en ocasiones cada pocos cientos de metros, ciertamente cada par de kilómetros”.
Los británicos, añadió, no son buenos en las exageradas demostraciones de patriotismo, “pero lo que hacemos bien es enorgullecernos discretamente por las cosas que hacen a Gran Bretaña británica, y el paisaje es una de esas cosas”.
Pese a sus muchos años como presentador de televisión, o quizá debido a ellos, Craven está de acuerdo. “Siempre digo que es el campo el que es la estrella del programa”, dijo.
“Dios no lo quiera”, añadió, “pero si a usted realmente no le interesa lo que yo estoy diciendo, siempre hay una vista hermosa detrás de mí”.
Stephen Castle
© 2017 New York Times News Service