Detector de ondas gravitacionales podría ser usado para estudiar el polvo estelar

Los investigadores han modelado cómo usar LISA Pathfinder para medir la dirección y distribución del polvo estelar.

LISA Pathfinder es la exitosa misión precursora del futuro observatorio europeo de ondas gravitatorias en el espacio. Además, el año pasado demostró que no sólo está lista la tecnología para el futuro observatorio, por lo que los instrumentos son aún más sensibles de lo que pensábamos. Esta sensibilidad exquisita ha intrigado a los científicos de la NASA que quieren utilizar la Agencia Espacial Europea (ESA) para estudiar algo ligeramente menos exótico que las ondas gravitacionales: el polvo estelar.

El Sistema Solar está lleno de fragmentos microscópicos de cometas y asteroides, alrededor de la masa de un grano de arena. Puede que no parezcan importantes, pero se están moviendo a 36,000 kilómetros por hora, por lo que tienen un buen impulso.

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La sonda fue diseñada para mantener dos cubos de prueba en una caída libre perfecta, respondiendo sólo a la gravedad. Tiene un escudo para protegerlo de las fuerzas externas y tiene propulsores del micronewton para equilibrarlos hacia fuera.

“Cada vez que el polvo estelar microscópico golpea a LISA Pathfinder, sus propulsores anulan la pequeña cantidad de impulso transferido a la nave espacial”, dijo el co-investigador Diego Janches, del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA. “Podemos darle la vuelta y usar los disparos del propulsor para aprender más sobre las partículas impactantes. El ruido de un equipo se convierte en datos de otro equipo”.

Micrométricas

Los primeros resultados de LISA Pathfinder llegaron el año pasado y los investigadores estaban encantados de que la nave espacial tuviera una precisión casi cinco veces mejor de lo esperado. Es el instrumento más sensible para medir la aceleración jamás enviada al espacio. El ingenio de este proyecto es absolutamente notable.

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Los micrometeoricos no son sólo restos de épocas lejanas. Cometas y asteroides siempre han salpicado el Sistema Solar y continúan haciéndolo. Estos granos espaciales tienen diferentes velocidades y órbitas, por lo tanto una misión espacial profunda como LISA Pathfinder y su sucesor podría proporcionar pistas mucho más a su origen.

“Esta es una prueba de concepto, pero esperamos repetir esta técnica con un observatorio de ondas gravitacionales completo que la ESA y la NASA están estudiando para el futuro”, dijo Ira Thorpe, que dirige el equipo. “Con múltiples naves espaciales en diferentes órbitas y un tiempo de observación mucho más largo, la calidad de los datos debería mejorar”.

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La LISA – Antena Espacial de Interferómetro Láser a gran escala – se lanzará en la década de 2030 y tendrá tres naves espaciales estacionadas a millones de kilómetros de distancia, con láseres que se extienden entre ellas. Esto nos permitirá observar las ondas gravitatorias que no podríamos observar en la Tierra; y ahora aprenderemos mucho más sobre el polvo estelar, también.

Con información de IFLScience