La policía alemana, que investiga un ataque a un autobús que transportaba al equipo de fútbol Borussia Dortmund a un partido de la Liga de Campeones, ha detenido a un sospechoso y está buscando otro, ambos descritos por los fiscales como vinculados al “espectro islamista”.
Se cree que los sospechosos son un iraquí de 25 años de la ciudad occidental de Wuppertal y un alemán de 28 años de Fröndenberg, 40 kilómetros al este de Dortmund. Al menos uno de los hombres se cree que ha estado en la vecindad cuando el ataque ocurrió el martes por la noche.
Tres explosivos utilizados en el ataque fueron ocultados en un seto y detonados de forma remota cuando el autobús abandonó el hotel el martes por la noche y se dirigió al estadio de Dortmund a 10 kilómetros para el partido de cuartos de final contra el AS Monaco.
Los fiscales federales, que se hicieron cargo de la investigación después de que quedó claro que el equipo de fútbol había sido deliberadamente atacado en un ataque terrorista, dijo que las bombas de tubería habían explotado, regando sus afilados contenidos metálicos en un radio de 100 metros y rompiendo las ventanas en la parte posterior del autobús .
El defensa de 26 años Marco Bartra resultó herido cuando una metralla se alojó en su brazo.
El español, que se había sentado en la parte trasera del autobús, sufrió una operación de emergencia por un hueso radial fracturado en la muñeca de su brazo derecho. El miércoles publicó en Instagram para decir que se estaba recuperando bien. Un policía que acompañaba al autobús en una patrulla de motocicleta también resultó herido.
Frauke Köhler, portavoz de los fiscales, dijo que un pedazo de metal de una de las bombas había penetrado el reposacabezas de uno de los asientos. “Podemos decir que fue una suerte que no haya pasado nada peor”, dijo.
Los jugadores se agacharon cuando ocurrieron las explosiones. Algunos se arrojaron al suelo.
El guardameta Roman Bürki, que estaba sentado cerca de Bartra en el autobús, le dijo al periódico suizo Blick: “El autobús se volvió hacia la carretera principal, cuando hubo una gran explosión. Me senté en el asiento trasero muy cerca de Marc Bartra, que fue golpeado por astillas de la ventana trasera rota “.
“Después de la explosión todos nos agachamos en el autobús y cualquiera que fue capaz de, se acostó en el suelo. No sabíamos si iban a suceder más. La policía llegó rápidamente y se aseguró todo. Todos estamos sorprendidos.”
Con información de The Guardian
