La policía armada ha sido desplegada en un complejo de entretenimiento en la capital de Filipinas, Manila, después de que disparos y explosiones se oyeran dentro del edificio. Varias personas resultaron heridas antes de que los oficiales ganaran el control de la situación durante el viernes por la mañana.
Un operativo del Estado Islámico filipino se atribuyó la responsabilidad, según el Site Intelligence Group, una organización con sede en Estados Unidos que supervisa sitios web militantes. La semana pasada, el presidente filipino, Rodrigo Duterte, impuso la ley marcial en toda la región meridional de Mindanao, argumentando que la medida era necesaria para aplastar una creciente amenaza planteada por los rebeldes vinculados a Isis.
En pocas horas, el jefe de policía de Filipinas dijo que, en lo que a él respecta, no había indicios de que el incidente fuera un ataque terrorista, pero el pistolero solitario todavía estaba en libertad. Ronald dela Rosa dijo en la radio de DZMM que el hombre, que parecía actuar solo, entró en una de las salas de juego y disparó un rifle M4 en una gran pantalla de televisión, luego vertió gasolina en una mesa de juego y la encendió. Dijo que el hombre disparó nuevamente en una sala de almacenamiento que contenía fichas de juego y llenó una mochila con ellos.
Un incendio aún ardía en el segundo piso del edificio el viernes por la mañana, dijo el portavoz de la Oficina de Protección contra Incendios, Ian Manalo. El portavoz del Ejército, Restituto Padilla, dijo: “Estamos monitoreando la situación. La policía está en la cima de la situación. Publicaremos una declaración cuando tengamos una imagen completa del incidente “.
La Cruz Roja de Filipinas dijo que había llevado a tres personas al hospital después del incidente, que ocurrió alrededor de las 2 am hora local (18:00 GMT). Fotos que circulan en las redes sociales que muestran humo saliendo de un edificio en el Resort World Manila, que está cerca del aeropuerto de la ciudad.
El diario Manila Times citó a Fernando Atienza, un representante de la organización de ayuda, diciendo que al menos 25 personas habían resultado heridas y que algunas personas habían sufrido lesiones graves porque saltaron desde el segundo piso del hotel. El jefe de operaciones del centro vacacional, Stephen Reilly, confirmó que se habían disparado disparos y que el edificio estaba cerrado.
Con información de The Guardian
