Fillon sigue en la carrera presidencial pese a su próxima inculpación

El candidato conservador a las elecciones presidenciales francesas, François Fillon, anunció este miércoles su próxima inculpación judicial en un caso de empleos presuntamente ficticios de su esposa y dos de sus hijos, pero aseguró que seguirá en la carrera “hasta el final”.

En un nuevo episodio de una campaña muy incierta, François Fillon declaró que había sido convocado “el 15 de marzo por los jueces de instrucción para ser inculpado” y que respondería a la convocatoria, aunque la denunció como una “asesinato político”.

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“No cederé, no me rendiré, no me retiraré, iré hasta al final”, agregó inmediatamente el candidato de la derecha y el centro en una declaración en su sede central de campaña.

“No me asesinan sólo a mí, también a las elecciones presidenciales”, consideró Fillon.

La primera vuelta de estas elecciones se celebrará el 23 de abril.

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Fillon, 62 años, debilitado por un escándalo que envenena su campaña, clamó su inocencia y denunció con virulencia las interferencias del calendario judicial con la campaña electoral.

“No reconozco los hechos, no desvié fondos públicos”, insistió Fillon, al referirse al empleo supuestamente ficticio de su esposa, Penelope, como asesora parlamentaria.

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“Desde el comienzo, no he sido tratado como un justiciable como los otros”, se quejó el candidato.

“El estado de derecho ha sido sistemáticamente violado” y la “presunción de inocencia desapareció completamente”, denunció Fillon, que esta mañana anuló en el último momento la visita al Salón de la Agricultura en París, etapa de propaganda obligatoria para cualquier candidato presidencial.

La anulación repentina de la visita alimentó los rumores y las especulaciones sobre el futuro de la candidatura de Fillon.

Durante la mañana, Fillon se entrevistó con varios de los principales dirigentes de su partido, Los Republicanos, y mantuvo una conversación telefónica con el expresidente Nicolas Sarkozy, de quien fue primer ministro.

Fillon, que llegó a ser gran favorito de las elecciones tras su triunfo en las primarias de la derecha y el centro celebradas en octubre de 2015, cayó estrepitosamente en los sondeos electorales tras las revelaciones del semanario satírico que salpican también a dos de sus hijos.

Cuando Le Canard Enchaîné reveló el caso de los empleos presuntamente ficticios de su mujer y dos de sus hijos como asistentes parlamentarios, Fillon había declarado que se retiraría de la campaña presidencial si era inculpado por la justicia.

Sin embargo, hace dos semanas rompió ese compromiso, diciendo que se sometería exclusivamente al “sufragio universal”.

Según las últimas encuestas, Marine Le Pen, la candidata de extrema derecha, y Emmanuel Macron, exministro de Economía del presidente François Hollande, disputarían la segunda vuelta de la elección presidencial prevista para el 7 de mayo.

Salpicado por el caso ‘Penelopegate’, François Fillon, no logra hacer despegar su campaña y desde el inicio del año sus actos públicos son perturbados por cacerolazos, organizados a menudo por militantes de izquierda.

El domingo pasado, Fillon denunció un “clima de casi guerra civil” en Francia y acusó al Gobierno socialista de no tomar las medidas necesarias para evitar los incidentes que se registran en la campaña.

La justicia investiga los empleos de Penelope Fillon como asistente parlamentaria de Fillon y de su suplente durante 15 años, por los cuales cobró 680.380 euros netos, y de dos de sus hijos, Charles y Marie Fillon, entre 2005 y 2007.

También investiga otro supuesto trabajo ficticio de Penelope Fillon en una revista que pertenece a un empresario amigo de su marido.

Pero la justicia también tiene la mirada puesta en Marine Le Pen por presuntos empleos ficticios en el Parlamento Europeo o violación de la legislación en la financiación de campañas electorales.

Marine Le Pen se negó a concurrir a declarar ante la justicia, invocando su inmunidad parlamentaria y aduciendo que el período electoral no ofrecía la “serenidad” necesaria a la justicia.