Football leaks o la estafa de las estrellas

MADRID (apro).— Cada partido del Real Madrid o del Barça es visto alrededor del mundo por aficionados que quieren ser testigos del juego de Cristiano Ronaldo o de Lionel Messi, respectivamente. Estos máximos goleadores son verdaderos ídolos para millones de seguidores y sus clubes los colocan en el pedestal del ejemplo a seguir.

Pero no todas las estrellas de la Liga de Fútbol Profesional de España, como los dos referidos, tienen un historial ejemplar, por más horas de televisión y campañas publicitarias que se transmitan.

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Como muchas otras fortunas, algunos de estos jugadores recurren a la ingeniería financiera con sociedades fantasma, sin actividad real y sin empleados, usando uno u otro paraíso fiscal para evadir el pago de impuestos.

 

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Es el caso de la más reciente revelación, los Football Leaks, que son 18 millones de documentos a los que tuvo acceso el semanario alemán DerSpiegel y que puso a disposición del consorcio European Investigative Collaborations, que agrupó el esfuerzo de 12 medios de comunicación del continente –entre ellos el diario El Mundo—, para desvelar los entuertos de algunas de estas estrellas.

 

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El resultado son importantes revelaciones muy documentadas sobre los portugueses Cristiano Ronaldo, José Mourinho (exentrenador del Real Madrid y hoy del Manchester United Football Club de la Premier League de Inglaterra) y Mesut Özil, jugador alemán de origen turco que estuvo en el Real Madrid tres temporadas a partir de 2010.

 

Según la información revelada, Cristiano Ronaldo montó un entramado para desviar 150 millones de euros de sus ingresos por derechos de imagen a tres sociedades afincadas en las Islas Vírgenes Británicas.

 

Durante seis años, entre el 2009 y 2015, la sociedad Tollin Associates, radicada en un apartado postal en la ciudad de Road Town, protegió 74.8 millones de euros en ingresos publicitarios de empresas para las que Cristiano promocionó con su imagen.

 

De acuerdo con la documentación, en 2015 otras dos empresas con la misma dirección que Tollín en el paraíso fiscal del Caribe, Adifore Finance y Amel Services, le compraron sus derechos de imagen hasta el año 2020 por otros 75 millones de euros.

 

La operación se realizó a través de Mint Capital, compañía vinculada al empresario Peter Lim, y acabó en una cuenta suiza del jugador.

 

La investigación periodística  arroja que mientras Ronaldo generó casi 150 millones de euros en publicidad, en un principio solo pagó al fisco español 5.6 millones por ello —menos del 4% del total— en una sola exposición en la campaña de la Renta de 2014.

 

En el entramado financiero tiene una participación central su representante, el portugués Jorge Mendes –quien también lo es de Mourinho—, con una sociedad en Irlanda, territorio que es lo más parecido a un paraíso fiscal.

 

La triangulación pasa por Irlanda, las Islas Vírgenes en el Caribe y termina en las cuentas bancarias del jugador en Suiza, la élite de esos paraísos.

 

La empresa de Mendes en Irlanda, Multisports & Image Managment (MIM) Limited, canalizó los ingresos millonarios por derechos de imagen del jugador.

 

A través de ésta se pactaron las condiciones y firmó los contratos para participar en campañas publicitarias de Nike, Uniliver, Kentucky Fried Chicken (KFC), Konami y Toyota Thailandia, entre otras empresas entre 2013 y 2014, ya como goleador del Real Madrid.

 

También en esos años firmó con la empresa de alta joyería Jacob & Co. y la compañía saudí de telefonía móvil Mobily, filial de Etihad Etisalat.

 

La prensa portuguesa ya había revelado en mayo de 2015 que Cristiano había firmado un contrato con el Banco Espírito Santo para varias campañas publicitarias.

 

La prensa involucrada en la investigación precisó que las ventajas fiscales de radicar una empresa en Irlanda, es que solamente se paga 12.5% por Impuesto de Sociedades, mientras que en Madrid –donde reside— hubiera pagado un impuesto de 43.5%.

 

El Ministerio de Hacienda inició en diciembre de 2015 una inspección a la estrella del Real Madrid, y le abrió un expediente por posibles irregularidades en sus declaraciones de Impuesto sobre la Renta de No Residentes de los años 2011 a 2013.

 

El nombre del polémico entrenador José Mourinho también surgió en esta investigación periodística. Se encontraron documentos en los que se demostró que sus abogados convencieron a la Agencia Tributaria española de que la sociedad establecida en las Islas Vírgenes había hecho gastos por un millón de euros –que resultaron inexistentes—

 

El despacho Senn Ferrero, que representa a Mendes, Cristiano y Mourinho, logró rebajar en un millón de euros la cantidad que el exentrenador del Real Madrid debía tributar en el marco de la investigación que Hacienda le abrió en sus ejercicios fiscales entre 2010 y 2013.

 

Precisamente el despacho Senn Ferrero promovió ante un juzgado de Madrid una medida cautelar para que un juez prohibiera al diario El Mundo publicar información de los papeles que están en el centro de este escándalo fiscal.

 

El juez Arturo Zamarriego emitió un auto en el que prohíbe la publicación tanto al diario como a su director Pedro G. Cuartango, quien podría hacerse acreedor a cinco años de cárcel. El medio de comunicación presentó un recurso contra ese auto y tomó la decisión de publicar la información con la que contaba.

 

Después, el titular del juzgado 2 de Madrid –que inició su carrera en el Cuerpo Jurídico Militar— emitió un segundo auto donde trata de convencer a jueces de otros países que frenen la publicación de la investigación periodística que revela el uso indebido de los futbolistas de los paraísos fiscales y la evasión de impuestos de sus derechos de imagen.

 

El despacho que asesora a los futbolistas denunció hace meses un “ataque informático” a sus servidores, que se investiga actualmente. El juez asegura que la información a la que tuvo acceso la red de medios proviene de dicha información y que se trata de “datos de carácter confidencial, de índole fiscal y relativa a cuestiones legales de clientes del despacho de abogados”.

 

Nunca comprueba que fueron los medios los que realizaron el ataque, solo tuvieron acceso a 18 millones de documentos e hicieron su labor investigativa.

 

Zamarriego pretende que la revista alemana DerSpiegel y otros medios como L´Espresso (Italia), The Sunday (Reino Unido), Mediapart (Francia) o Le Soir (Bélgica) dejen de publicar, cuando en ninguno de estos países, incluido España, puede haber “censura previa”, como explican dos abogados para esta columna.

 

Este es todo un asunto si se parte de que la gestión de derechos de imagen a través de sociedades instrumentales en terceros países se ha vuelto una práctica recurrente en el mundo del fútbol.

 

La Hacienda española ha puesto el ojo en otros casos. Es bien conocido que Leo Messi, el jugador del Barça y su padre, Jorge Horacio Messi, fueron condenados a 21 meses de cárcel cada uno por fraude fiscal, por no tributar en España los ingresos por sus derechos de imagen entre 2007 y 2009.

 

La Audiencia de Barcelona dictó que los Messi crearon una compleja estructura de sociedades con ramificaciones en Reino Unido, Suiza, Belice y Uruguay. Pese al argumento de que “Leo solo se dedica a jugar”, la respuesta de la acusación es contundente: “Eso no lo exime de responsabilidad”.

 

Su nombre volvió a aparecer en los Papeles de Panamá, con otra sociedad offshore, que sigue operando –Mega Star Enterprises Inc.— según los documentos de Mossack Fonseca.

 

Hacienda inició acciones contra otros jugadores de la liga española, como Javier Mascherano, quien fue condenado por defraudar 1.5 millones a la Agencia Tributaria.

 

La Fiscalía española anunció esta semana que inició acciones contra otros tres jugadores, y la prensa española los identifica con nombre: el exjugador blanco Xabi Alonso tiene una causa abierta, Di María y Carvalho. No obstante, que ya existen causas abiertas contra Coentrao y Falcao.

 

En el entorno de Cristiano Ronaldo se emitió un comunicado donde anuncia que pagó 9 millones de euros para “regularizar” su situación fiscal.

 

Asimismo, el Real Madrid salió en defensa de su estrella diciendo que era un gran jugador y pide el “máximo respeto”. Incluso, Jorge Ramos advirtió que el tema se trata de un asunto privado.

 

La investigación periodística no cuestiona lo grandioso que sea este u otros jugadores, sino su actuación que podría incurrir en hechos ilegales.

 

Otro despropósito de este caso es la decisión de un juez que pretende acallar a la prensa, sobre la que tiene poco afecto, con una medida de censura previa. El mundo al revés.