Fotógrafa censurada por Pinochet presenta ‘La manzana de Adán’ en la FILO

OAXACA, Oax. (apro).- La fotógrafa chilena Paz Errázuriz presentó en la Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO 2016) ‘La manzana de Adán’, una obra sobre travestis y prostitutos que elaboró durante cuatro años y cuya presentación fue prohibida por la dictadura militar de Augusto Pinochet.
“Hay que tener 30 años de paciencia y una obsesión para documentar un tema tabú perseguido por la dictadura de Pinochet, que finalmente fue censurado”, destacó la escritora.
Añadió: “Para mi la fotografía nunca ha sido una necesidad de mostrar, sino de investigaciones muy personales que no había podido aprender, que no me enseñaron, que no tuve acceso a esas oportunidades, y con la fotografía tengo la certeza y seguridad de entrar, entonces lo que se necesita es una obsesión”.
De acuerdo con Paz Errázuriz, su trabajo sobre travestis y prostitutos durante la dictadura militar le llevó cuatro años investigarlo. “El valor que tiene hoy día es de muchos años atrás, y trabajar en temas de género”, apuntó.
La escritora chilena reconoció que no intenta trasmitir nada al público, porque en Chile, por más de 20 años, nadie miró sus imágenes porque todo era prohibido, siempre censurado.
“Nunca tuve la expectativa de que compraran mis fotos ni mucho menos. Algunos comentaban: ‘no puedo colgar una foto de esas, es un adefesio’. No he tenido expectativa de qué van a decir o si les va a gustar o va a ser criticado. Es como una expresión mía, aunque para mi es una casualidad que el público vea mis fotos”.
Esa censura de su libro, sostuvo, fue “un castigo tremendo, sin embargo, ahora que se valoriza de otra manera, se revierte a favor de uno”.
Aunque el texto fue rechazado y escondido, ahora ya se exhibe y hace un año se reeditó. “Hay que tener 30 años de paciencia”, soltó la escritora.
Tras externar su emoción por el inesperado homenaje en la FILO, Paz Errázuriz, nacida en Santiago de Chile, en 1948, consideró que en la actualidad “hay más libertad para hacer un libro”.
Su vasto trabajo editorial da cuenta de su constancia creativa y su obra autoral desde sus inicios, en 1973, con la publicación de ‘Amelia’. En tiempos políticos difíciles, la escritora participó activamente en la Asociación de Fotógrafos Independientes (AFI) y publicó un número de la serie Ediciones Económicas Fotográficas (1983). Más tarde, en la década de los noventa, inició un trabajo editorial importante que abarca colaboraciones con escritoras de la talla de Claudia Donoso en ‘La Manzana de Adán’ (1990, Editorial Zona); Diamela Eltit, en ‘Infarto del Alma’ (1994, Francisco Zegers Editor), y ‘La luz que me ciega’ (2010).
“Con México hay una relación muy importante de mi país, siempre fue muy solidario con Chile, fue un país hermano que recibió después del golpe militar a cantidad de gente de Chile; aparte de una relación política hay una relación cultural.
“Para mi, México marcó la línea de la mirada de la fotografía con Manuel Álvarez Bravo, y yo creo que todos encontramos a este gran maestro y también a Juan Rulfo, un antecedente realmente espectacular, un referente importantísimo”.
Prosiguió: “Yo no puedo decir o reconocer influencias… Cuando uno lee tienes a tus maestros, a tus ídolos y obsesiones con algunos artistas, es algo que ya quedó en nosotros. Ellos han marcado nuestra historia cultural latinoamericana”.
Sobre Oaxaca, Errázuriz dijo que le llama la atención la transparencia del aire y la luz. “Yo, que soy fotógrafa de blanco y negro, estoy maravillada con el color, con las plantas, con el jardín botánico, no puedo creer que puedan tenerlo y me dan una envía fenomenal”.
La obra de la chilena se expone en el Centro Fotográfico “Manuel Álvarez Bravo”, en la muestra ‘El cuerpo como campo de subversión’, con sus colegas Mauricio Toro Goya, Zaida González, Andrés Durán, Nicolás Rupcich y Andrés Figueroa, bajo la curaduría de Andrea Jösch.