Apenas esta semana se daba a conocer que la Secretaría de Seguridad Pública de Baja California de Baja California encabeza el mayor número de quejas ante la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH), cuando una marcha de víctimas de esta dependencia, cuyo brazo armado es la Policía Estatal Preventiva (PEP), se manifestó contra los abusos de esta corporación.
Hombres y mujeres que ha sido blanco de la PEP denunciaron públicamente los abusos que se han cometido en su contra, y que ya hemos documentado: extorsiones, privación ilegal de la libertad, tortura, y la más reciente de sus joyitas, la violación sexual.
En cuando al primer dato, Melba Adriana Olvera titular de la CEDH durante la sesión de Grupo Madrugadores de Tijuana presentó un informe en relación a la protección de los derechos humanos de los ciudadanos y ciudadanas que precisa que en lo que va de este año suman un total de mil 121 quejas, de las cuales las palmas se las lleva la Secretaría de Seguridad Pública del Estado por violentar los Derechos Humanos, que por segunda ocasión que se encuentra la cabeza ya que durante el año pasado también registró el mayor número de denuncias.
Destacó en segundo lugar se ubica la Secretaría de Seguridad Pública municipal de Tijuana y el tercero la Secretaría de Educación en el estado.
El hecho de que la policía de Baja California ocupe ese ignominioso lugar es cosa grave en un estado donde el gobernador Francisco Vega es omiso y se hace el occiso.
Vega de Lamadrid no tiene interés en ponerle un alto a estas tropelías y su actuar o más bien falta de actuar, ha hecho de los bajacalifornianos víctimas y rehenes de una corporación de abuso, de latrocinio.
Esperamos su posicionamiento a este respecto y de callar nuevamente, Francisco Vega de Lamadrid será cómplice de los abusos que cometen los policías de su corporación.
