El gobierno canadiense está luchando para elaborar una legislación que permita legalizar la marihuana recreativa para el 1 de julio de 2018, una medida que cumpliría una promesa de campaña del primer ministro Justin Trudeau.
El gobierno liberal revelará la legislación en la segunda semana de abril, según la Canadian Broadcasting Corporation, cumpliendo la promesa de campaña de Trudeau y poniendo a Canadá en el camino para convertirse en el primer país del G7 en legalizar completamente el uso de la marihuana.
Desde que se convirtió en el líder liberal en 2013, Trudeau se ha pronunciado sobre la necesidad de despenalizar y regular la marihuana recreativa, argumentando que ayudaría a asegurar que la marihuana se mantenga alejada de los niños y que los beneficios no terminen en manos de lo que él ha descrito como “elementos delictivos”.
Poco después de tomar el poder, su gobierno señaló que la legalización seguía siendo una prioridad, prometiendo desvelar la legislación para la primavera. La marihuana medicinal ya es legal en Canadá.
Se espera que esta legislación federal le de poderes al gobierno en Ottawa para otorgar licencias de producción y a garantizar la seguridad del suministro de marihuana, de acuerdo con las recomendaciones de un grupo de trabajo designado por el gobierno. Los canadienses que quieran cultivar su propia marihuana tendrán un límite de cuatro plantas por hogar.
Corresponderá a los gobiernos provinciales de Canadá decidir cómo se venderá la droga y a qué precio. Mientras que el gobierno federal estipulará que los compradores deben tener por lo menos 18 años, las provincias podrán fijar un límite de edad más alto si así lo desean.
Dado el alcance del trabajo que se espera para las provincias, el plazo de legalización para mediados de 2018 es ambicioso, dijo un alto funcionario federal al diario canadiense. Una fecha de 2019 es más probable, agregó el funcionario.
La iniciativa ha dividido opinión en Canadá, donde los analistas han estimado que la industria del cannabis del país podría valer en algún momento entre cinco y 7 mil millones de dólares canadienses anuales.
A principios de este mes, el ministro de Justicia de Saskatchewan dijo que su gobierno provincial sigue teniendo “graves” preocupaciones sobre la legalización.
“Nosotros apoyamos los usos medicinales de la marihuana, pero también sabemos que va a haber algunos temas importantes que surgen como resultado de la legalización desde una perspectiva recreativa … no sólo con respecto a la circulación vehicular bajo los efectos de la droga, sino con respecto a toda una serie de otros temas”, dijo Gordon Wyant en una convención en la provincia.
El ministro de Trabajo de Saskatchewan también ha expresado su preocupación sobre cómo la legalización afectaría la seguridad en el lugar de trabajo.
Otros se preocupan de que la legalización pondrá a Canadá en un camino de colisión con la administración de Donald Trump. Mientras que ocho estados de Estados Unidos y el Distrito de Columbia han votado para legalizar la marihuana recreativa, la Casa Blanca ha insinuado que el Departamento de Justicia hará más para hacer cumplir las leyes federales que prohíben la marihuana recreativa, planteando preocupaciones sobre cómo el enfoque de Canadá coexistirá con un potencial represión al sur de la frontera.
Casi 400,000 personas al día cruzan la frontera compartida entre Canadá y los EE.UU., y cualquier impedimento para cruzarla podría tener repercusiones económicas para Canadá, que el año pasado envió las tres cuartas partes de sus exportaciones a los EE.UU.
Trudeau ha subrayado que en ausencia de legislación, la marihuana recreativa sigue siendo ilegal en todo Canadá. “Hasta que tengamos un marco para controlar y regular la marihuana, las leyes actuales se aplican”, dijo a los periodistas a principios de este mes.
El punto fue subrayado días más tarde como la policía llevó a cabo redadas en más de una docena de dispensarios de marihuana en todo el país, acusando de posesión y tráfico a cerca de 20 personas.
