El gobierno estadounidense intentó desvelar la identidad de una cuenta anónima de Twitter criticando sus políticas, según una demanda presentada por la plataforma de medios sociales el jueves.
Aduana y Patrulla Fronteriza (CBP), una división de seguridad nacional, emitió una citación a Twitter el 14 de marzo buscando registros incluyendo el número de teléfono, direcciones postales y direcciones IP asociadas con @ALT_USCIS, una cuenta que pretende transmitir las opiniones de los disidentes dentro del gobierno.
La cuenta @ALT_USCIS, cuya cobertura se refiere a los servicios de inmigración y ciudadanía de los Estados Unidos, es una de las decenas de cuentas “alternativas” de Twitter establecidas después de la inauguración de Donald Trump. Estas cuentas alternativas pretenden ofrecer la visión sin censura de los funcionarios disidentes de las políticas de Trump, pero son generalmente anónimas e inviolables.
El intento del gobierno de romper ese anonimato se reveló cuando Twitter presentó una demanda en la corte federal que busca bloquear la convocatoria, citando la primera enmienda.
“Permitir al CBP perforar el seudónimo de la cuenta @ALT_USCIS tendría un grave efecto de enfriamiento en el discurso de esa cuenta en particular y en las otras cuentas de” agencia alternativa “que se han creado para expresar disentimiento a las políticas gubernamentales”, dice la queja .
Twitter también se opuso a la justificación legal de CBP para su convocatoria, que dice se refiere sólo a la producción de registros relacionados con la importación de mercancías.
Al pretender desenmascarar la cuenta, Twitter alegó, CBP “solicitó” que Twitter no revelara la convocatoria del gobierno “por un período indefinido de tiempo”.
Twitter se negó a comentar si ha recibido solicitudes adicionales del gobierno para proporcionar información sobre otras cuentas “alternativas” anónimas.
El Departamento de Seguridad Nacional se negó a comentar, citando su política de no comentar sobre litigios pendientes.
La Unión Americana de Libertades Civiles está representando al usuario, @ALT_USCIS, y planea presentar sus propios argumentos contra la convocatoria CBP pronto.
“Cada vez que el gobierno intenta desenmascarar un orador anónimo, tienen que tener una justificación muy fuerte”, dijo Esha Bhandari, abogada de la ACLU. “El rostro de la demanda no da ninguna justificación”.
La revelación de la solicitud del gobierno inspiró consternación inmediata del senador Ron Wyden, así como de los defensores de la libertad de expresión y la privacidad. En un comunicado, Wyden dijo que el DHS “parece haber abusado de su autoridad y desperdiciado los recursos de los contribuyentes, todo para descubrir a un crítico anónimo en Twitter”.
“El inspector general del DHS debe investigar para determinar quién dirigió esta caza de brujas”, agregó.
Jennifer Granick, directora de libertades civiles del Centro Stanford para Internet y Sociedad, calificó el comportamiento del gobierno de “cobarde” y describió la convocatoria del CBP como un “caso clásico de abuso”.
“Para el gobierno, un oficial federal de aplicación de la ley, no entender los fundamentos de la protección de la libertad de expresión y seguir el imperio de la ley es atroz”, dijo.
Granick preguntó, en particular, qué proceso podría haber producido la convocatoria. “O bien algunas personas bajas dirigen el asilo y emiten demandas, lo cual es peligroso”, dijo, “o la gente en la parte superior está aprobando estas, que es nauseabundo y aterrador”.
“Si esto fue aprobado por los niveles superiores del departamento o la justicia del abogado general del CBP, tenemos algunos problemas serios”, agregó.
La Electronic Frontier Foundation, un grupo de derechos, planteó preocupaciones similares. “El gobierno no debe ser capaz de usar sus formidables poderes de investigación para intimidar y silenciar a sus críticos”, dijo el abogado Andrew Crocker en un comunicado.
A lo largo de su campaña, Trump frecuentemente amenazó con acciones legales contra publicaciones y críticos, incluyendo el New York Times, que publicó algunas de sus declaraciones de impuestos, y varias mujeres que lo acusaron de agresión sexual. Ninguno de esos pleitos se materializó, pero ha continuado con una guerra retórica contra la prensa libre, calificándolos de “enemigo del pueblo”. También ha rechazado a los candidatos a cargos gubernamentales basados en sus críticas anteriores a él.
Trump ha parecido ser particularmente sensible a las críticas implícitas en Twitter o dentro del gobierno. Después de que una cuenta de Twitter para el Servicio de Parques Nacionales retuiteara una publicación que comparaba desfavorablemente el tamaño de la multitud en la inauguración de Trump con la participación de Barack Obama, Trump personalmente llamó al Jefe del Parque Nacional para quejarse, según el New York Times.
