Inauguran en Italia la réplica de una iglesia destruida en Siria

En las tierras del Piamonte, al norte de Italia, fue inaugurada ​la réplica de una pequeña iglesia, en medio de un campo deportivo, destruida por los yihadistas en Siria, en homenaje a los cristianos perseguidos en esa región.
“Es un mensaje de esperanza”, aseguró a la AFP Miguel de Salvo, quien planteó la idea de construir la réplica de la iglesia del monasterio de Mar Elián, en Homs, destruida por los milicianos del grupo yihadista Estado Islámico (EI).
“Queremos manifestar así nuestra cercanía”, aseguró.
Localizado entre Milán y Turín, el popular centro deportivo de Novarello recibe todos los años a miles de jóvenes, que participan en campeonatos de varios deportes, entre ellos fútbol y voleibol, además de ser sede de entrenamiento para atletas de alto nivel.
Construido en 2007 por el club Novara Calcio, el centro cuenta con un equipo de fútbol propio que participa en el campeonato de la segunda división, ofrece siete campos impecables, residencias para deportistas, un hotel de cuatro estrellas, un gimnasio de lujo y un restaurante, entre otros servicios.
De Salvo, de 69 años, dueño de varias clínicas privadas en la región y presidente del club de fútbol Novara, además del centro deportivo, quería construir una iglesia, un proyecto que costó 1,5 millón de euros, financiado sin aportaciones externas.
“No podemos promover el fútbol sin cultivar la dimensión espiritual”, explicó.
Para el empresario, es necesario educar a los jóvenes que pasan por el centro “en el amor al prójimo y a Dios, respetando las diferencias”, recalcó.
La idea surgió en agosto del 2015, cuando vio las imágenes de la destrucción del monasterio sirio, del siglo V, lugar de peregrinación para la comunidad cristiana.
Esa misma noche se decidió a construir una réplica de la iglesia de San Elián, igual a cómo era aquella destruida por la intolerancia y el fanatismo, contó.
– Sin la pátina de los siglos –
Entre el hotel y uno de los campos de fútbol se encuentra ahora la iglesia, cuyo estilo oriental es poco usual en esa región, rodeada de montañas y limítrofe de Suiza.
La imponente fachada, con torres cuadradas y ventanas estrechas y alargadas, cuenta con arcos e iconos muy orientales.
Pese a carecer de la pátina de los siglos, ya que la piedra no tiene ese color cálido ni las imperfecciones del templo original, la nueva iglesia quiere rendir homenaje al otrora símbolo de la convivencia entre cristianos y musulmanes en Siria.
El monasterio había sido renovado en la década de los 2000, gracias a la ayuda del cercano monasterio de Mar Musa, dirigido entonces por el religioso italiano Paolo Dall’Oglio, activista a favor del diálogo, secuestrado en julio de 2013 y de cuyo paradero no se sabe aún nada.
El padre superior del monasterio, Jacques Murad, pasó 84 días en poder de los yihadistas del EI antes de escapar en octubre de 2015.
Cuando las fuerzas del régimen de Bashar al Asad ocuparon de nuevo la zona a principios de abril, el monasterio estaba en ruinas, constataron unos periodistas de la AFP.
La antigua iglesia, construida en piedra seca y ladrillos de barro, formaba una montaña de escombros.
“La réplica depende ahora de mi parroquia”, contó emocionado a la AFP el cura Mauro Pozzi, de Granozzo con Monticello, la localidad más cercana, encargado de la celebración de la primera misa, hace dos semanas.
“Esta iglesia es increíble, es realmente hermosa. Es, además, inusual inaugurar una iglesia en Italia”, reconoció, tras elogiar lo que calificó de “proyecto ambicioso e inteligente.”