Los incendios forestales han dejado a un pueblo de 2,000 personas en Portugal sin salida, mientras que los bomberos luchan por controlar dos grandes incendios en el centro del país.
“Es imposible salir o entrar en Mação por las llamas y el humo”, dijo Vasco Estrela, alcalde de Mação, a la agencia de noticias Lusa.
El incendio comenzó el martes por la noche, y el jueves por la mañana había rodeado la ciudad. “Está continuando sin cesar”, dijo.
Un gran incendio destruyó el 80-90% del municipio de Mação a fines de julio, señaló Estrela.
Los rescatistas habían evacuado a unas 130 personas de pueblos cercanos, dijo Patrícia Gaspar, portavoz de la Agencia de Protección Civil (ANPC).
Los equipos de emergencia estaban particularmente preocupados por el avance de los incendios en torno a Mação, dijo. Esperaban que los aviones contraincendios, que no pudieran ser utilizados por la noche, inclinarían la balanza a su favor.
Los bomberos también estaban preocupados por las previsiones de un clima más caluroso, lo que aumentaría el riesgo de que los incendios extinguidos reavivaran y las llamas estallaran en nuevos sitios, dijo Gaspar.
Los bomberos y los residentes locales también estaban luchando para controlar los incendios en aldeas cercanas, incluyendo Vale de Abelha.
Las llamas de este año son las más mortíferas que ha enfrentado el país. La última ola ha dañado a 86 personas, siete seriamente.
A mediados de junio, incendios forestales cerca de Pedrógão Grande en el centro de Portugal mataron a 64 personas e hirieron a más de 250 personas. En una ocasión, las llamas se propagaron tan rápidamente que algunas personas murieron después de haber quedado atrapadas en sus coches mientras trataban de conducir para mantenerse a salvo.
Los incendios han destruido 141,000 hectáreas de tierra en Portugal este año, dijeron el miércoles funcionarios de protección civil, citando cifras provisionales.
Los bomberos han atacado más de 10,000 incendios por separado este año, 2,500 más que en el mismo período de 2016. El calor excepcional y los fuertes vientos intensificaron la escala de la destrucción, dijo Rui Esteves, comandante de la ANPC.
Con información de The Guardian
