MADRID (apro).— La Fiscalía de Madrid abrió una investigación urgente respecto del autobús de la transfobia que puso en circulación el lobby HazteOir, brazo de El Yunque en España, por su posible relación con un delito de odio.
A la par, el ayuntamiento de Madrid inmovilizó el autobús que empezó a circular el lunes pasado, alrededor de los colegios de la capital española. Esta medida fue avalada por la Fiscalía provincial de Madrid, porque podría alterar la paz pública y prolongar la comisión del supuesto delito.
El ayuntamiento de Madrid considera que la leyenda (“los niños tienen pene. Las niñas tienen vulva. Que no te engañen. Si naces hombre, eres hombre. Si eres mujer, seguirás siéndolo”) al margen del posible delito de odio, viola dos ordenamientos municipales, el de circulación y el de publicidad exterior, por eso se ordenó inmovilizarlo.
A raíz del escándalo que provocó esta campaña, el fiscal superior de la Comunidad de Madrid, Jesús Caballero, ordenó que se abra una investigación a la organización HazteOir por el autobús que lleva el eslogan contra la transexualidad.
La orden se produce porque el ministerio público entiende que se pudiera estar cometiendo un delito de odio y por eso encargó a la sección especializada de la Fiscalía provincial de Madrid que abriera la diligencia de investigación, misma que se anunció momentos después como una “investigación urgente”.
El principal dirigente de HazteOir, Ignacio Alsuaga, mostró su desacuerdo con estas medidas y aseguró que fletarían más vehículos si se les impide que circule, porque sienten vulnerada su libertad de expresión.
Arsuaga (identificado como un miembro de El Yunque en España y sobrino de Rodrigo Rato, exvicepresidente de gobierno y exdirector del FMI) dijo que la campaña de su organización es en contra de lo que llamó “la dictadura LGTBI” porque, a su juicio, hay una “imposición” del “lobby gay” en una serie de modificaciones legales que protegen los derechos de los transexuales.
Estas declaraciones provocaron un intenso debate en los principales espacios noticiosos, donde se cuestionó de dónde proviene el financiamiento de esta organización ultracatólica que, coincidentemente, hoy mismo no logró reunir a más de diez personas para protestar a las puertas del ayuntamiento.
A esta polémica se sumó la decisión de los ayuntamientos de Barcelona, que encabeza Ada Colau, que advirtió que si el autobús se pone en circulación en la ciudad condal, lo van a paralizar e imponer una multa de 3 mil euros, por promover una campaña de odio.
La concejal de feminismo y LGTBI, Laura Pérez, advirtió en declaraciones a Europa Press que “el autobús no tiene permiso para circular por la ciudad, no es bienvenido”.
Anunció que en cuanto el autobús llegue a Barcelona –previsiblemente el viernes— el consistorio “no se quedará de brazos cruzados” y aprovechará todo el margen que les dé la ley para “sancionar su actividad” a través de la Guardia Urbana, incluso, estudiarán si existe margen legal para requisar el vehículo.
En medio del escándalo, Jesús Bastante, un periodista especializado en temas de religión, ofreció hoy un amplio perfil sobre HazteOír (que publica eldiario.es), el grupo ultracatólico más activo de España.
Asegura que se fundaron en 2001, “como respuesta a las protestas ciudadanas contra el gobierno de José María Aznar”, que fueron las manifestaciones en contra de la inclusión de España en la guerra en Irak.
Pero, sin duda, el dato más revelador que ofrece ese análisis es que en 2013 fueron distinguidos por el gobierno del PP, concretamente por el exministro de Interior Jorge Fernández Díaz, como asociación de “utilidad pública”.
Eso, a pesar de que en el mismo año, con la llegada del Papa Francisco y la confirmación de las acusaciones sobre el Yunque, la Conferencia Episcopal española comenzó un progresivo alejamiento de la organización.
Esta se materializó con el arribo del arzobispo Carlos Osoro a Madrid, lo que les ha llevado a una cierta marginalidad.
A partir de entonces modificaron su estructura y ahora HazteOir aparece bajo la plataforma denominada CitizenGo, la misma que estuvo detrás del Frente Nacional por la Familia en México, que protestó contra la iniciativa de Enrique Peña Nieto para legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo.
