Irán, otrora silencioso sobre sus bajas en Siria e Irak, ahora las glorifica

TEHERÁN, Irán _ El primer artículo periodístico en un país al que, por lo general, se mantiene en la oscuridad sobre los asuntos militares, fue impactante: 13 soldados iraníes, todos con vínculos con los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica, habían muerto en una emboscada cercana de la ciudad siria de Alepo. Lo que siguió esta primavera puede ser todavía más sorprendente. Los detalles sobre los soldados aparecieron extensamente en los medios de información iraníes, los que no solo proporcionaron los nombres de los muertos, sino que los ensalzaron con magníficas historias de vida. Se colocaron retratos tamaño cartel por todas sus ciudades de origen.

Durante años, Irán cubrió sus actividades militares en Siria e Irak, de tal forma que el gobierno pudiera negar cualquier participación oficial en tierra. Llegaban ataúdes con los cuerpos de soldados a los que no se identificaba y se hacía referencia a ellos solo como “defensores de los templos” de los santos chiitas. Cuando los cuerpos empezaron a llegar al país en mayores cantidades, los medios de información estatales empezaron a llamarlos “voluntarios”.

- Publicidad-

Ya no. Ahora se menciona por nombre a cada iraní muerto en acción, se publica su fotografía, se elogia su valor en complejos homenajes en medios de información de la línea dura y en cuentas en Instagram dedicadas a los combatientes. La razón del cambio, dicen analistas, no es alguna dedicación reciente a la transparencia, sino una división entre la elite de línea dura que controla al ejército, y los moderados.

La línea dura, dicen ellos, quiere prevenir cualquier deterioro en el apoyo absoluto de Teherán al presidente sirio Bashar Asad, y debilitar a los moderados porque temen que pudieran estar abiertos a un arreglo político en el que Asad tenga que dimitir.

La Guardia Revolucionaria ve a la divulgación de los sacrificios de los caídos como una forma de conseguir apoyo interno para la actual política sobre Siria y sofocar cualquier rumor de un compromiso. Las cuentas de Instagram han atraído a decenas de miles de seguidores, la mayoría de los cuales apoya el esfuerzo militar.

- Publicidad -

“Al ser abiertos sobre nuestro papel, podemos evitar un solución diplomática en Siria”, comentó Hamidreza Taraghi, un analista político de línea dura, cercano a los dirigentes de Irán. “Primero, debemos derrotar a todos los terroristas en el campo de batalla. Solo después de eso podemos negociar con ellos”.

La línea dura está promulgando los éxitos militares de Irán _ y hasta los reveses _ en diversas formas, incluidos los artículos periodísticos y los documentales. Una exposición en la reciente Feria Internacional del Libro en Teherán permitió que los iraníes comunes posaran como “defensores de los templos” en fotografías sentados en motocicletas militares frente a un espectacular en el que aparecía la calle pulverizada de un ciudad en Siria.

- Publicidad -

El principal punto central, no obstante, está en los medios sociales.

El gobierno de Irán tiene bloqueados a Facebook y Twitter, pero se puede acceder gratis a Instagram, la aplicación para compartir fotografías. Anteriormente usada en su mayor parte por la clase media que presumía cachorritos nuevos o vacaciones en el mar Caspio, la aplicación ahora está llena de imágenes de los “mártires” y de jóvenes que orgullosamente blanden ametralladoras.

Una de las cuentas en Instagram más prominentes es la del reportero de la televisión estatal iraní, Hasan Shemshadi, quien honra a los combatientes iraníes y afganos de la brigada Fatemiyun, respaldada por Irán.

Se les ofrecen selfis y otras tomas de las líneas del frente en siria a los más de 90,000 seguidores de Shemshadi. Hay fotografías de un monólogo humorístico suyo, que hizo para la televisión siria frente a un vehículo blindado; de su pasaporte y pase de abordar de un vuelo con destino a Damasco, y del oficial estrella de la Guardia Revolucionaria, el general Qasem Soleimani.

Sin embargo, la mayoría de las publicaciones de Shemshadi tienen que ver con el creciente número de bajas iraníes en Siria e Irak. Desde que empezó a publicar noticias de la muerte de soldados en 2015, ha colocado un total de 346 miniobituarios de iraníes y afganos apoyados por iraníes en Siria e Irak. Se trata de una gran mayoría de los más o menos 400 soldados iraníes y afganos que se piensa que han muerto hasta ahora en los conflictos allá.

“En el nombre del Señor de los Mártires y de los honestos, los defensores del templo, Asadolá Ebrahimi y Saheb Nazri, los dos de #Fatemiyoun; Mehdi Asgari de #Karaj; Mehdi bidi de #Teherán; Mohamad Amin Karimian de #Mazandaran, a los que martirizaron terroristas “takfiris” en Siria”, escribió Shemshadi hace una semana, usando la palabra árabe para infieles. Más de 3,700 personas dijeron que les gustó la publicación.

Shemshadi continuó: “Murieron cuando defendían al islam puro de Mahoma y los santos templos, y también mantenían la seguridad nacional de nuestro país, y ascendieron a los cielos”.

Shemshadi publica con regularidad imágenes de los muertos en acción, como Abas Daneshgar, quien murió a los 23 años en el 2015, y dos chicos de 21 años, uno iraní y uno afgano, ambos llamados Mustafá Musavi, vistos sosteniendo armas.

Algunas escenas son de la vida cotidiana en el frente. En mayo, Shemshadi publicó el retrato de un hombre llamado “mártir Belbasi” que les cortaba el cabello a otros combatientes. En retrospectiva, un mal augurio, escribió en un pie de foto. “Los combatientes que han regresado de la batalla de Jan Tuman dicen que cualquiera de aquéllos a los que peluqueó el mártir Belbasi fueron martirizados”.

En febrero, publicó una imagen de Hadi Zolfaghari, quien murió combatiendo cerca de la ciudad iraquí de Samarra. Uno de sus seguidores, @fatima.baran.110, apodado Isfahan Iran Muslim, escribió que estaba cansado de todas las matanzas. “¿Acaso Irak o Siria no pueden defenderse solos? ¿Por qué deberían los jóvenes iraníes perder la vida por el bien de otro país?”.

Shemshadi respondió con rapidez. “No es por el bien de otro país”, dijo. “Es por el bien del islam, la religión, las creencias, el chiismo, la resistencia, los santos.templos y muchísimo más”.

Thomas Erdbrink
© 2016 New York Times News Service